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El tema de la mayordomía y la administración fiel es uno del que no se habla tanto como se debería. Lo más probable es que, si has escuchado de este tema, el enfoque era más que nada económico. Sin duda las finanzas es un tema con mucho valor, pero quiero darte una visión de la mayordomía que cubre más que tus finanzas y cubra toda tu vida.

El ser humano es un ser dependiente. Ninguno de nosotros somos autónomos o autosuficientes. Por naturaleza, fuimos creado para depender de Dios. Cuando Dios creó al ser humano, Él lo formó de la tierra. Dios moldeó la forma del hombre y después sopló en su nariz el aliento de la vida, es decir, sopló en el hombre lo que necesitaba para animar su cuerpo, y de esa manera hacerlo un ser viviente. Aun antes de la Caída, el hombre debió su sustento a Dios. Comemos porque Dios provee el fruto de la tierra para bendecirnos. Cada aliento, cada respiro es provisto por la mano de Dios. Y todavía más: vivimos en medio de la creación de Dios, es decir la tierra que da fruto a arboles y todo lo que el hombre necesita para sobrevivir.  Todo esto viene de la mano de Dios.

Contando los días

Debido ha esto es importante reconocer lo que vemos en Salmos 90:12: “ Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría”. Nuestras vidas son cortas. Un día eres joven, fuerte y lleno de vida, y al otro ya llegaron los fines de tus días. Si somos sabios, debemos entonces reconocer esta verdad y tener una mente sobria en cuanto a la fragilidad de nuestras vidas. El hombre sabio sabe que mañana no estará presente, y entonces debe administrar los días que le quedan fielmente. Debido a estas verdades, es sumamente necesario que seamos buenos administradores, buenos mayordomos

La fiel mayordomía de todo lo que Dios nos da es caracterizada primeramente por una disposición de usar todo lo que se nos entrega para la gloria de Dios y el avance de su reino. Segundo, el fiel administrador busca servir a otros por medio de todo lo que se la a entregado.

Toda la vida

La mayordomía fiel se extiende hasta todas la áreas de la vida. Esto es mas una manera de vivir que simplemente como usar tus talentos. Considera a Colosenses 3:17: “Y todo lo que hagáis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él”. Este versículo nos llama a prestar atención a todas nuestras palabras y a todo lo que hacemos. La clara exhortación es que debemos de vivir nuestras vidas en el nombre de Cristo. Cada acción debe declarar que hemos sido rescatado por la sangre de Cristo y que Él es tu Señor.

Esto significa que Dios te ha entregado la habilidad de hablar y de actuar para que la administres para Su gloria. Esto queda aún más claro después de la Cruz. Todo cristiano pertenece a Cristo porque Él les ha comprado por su sangre, y al comprarte Él ha adquirido todas tus palabras y tus acciones. Debido a esto, debemos administrar todo lo que Dios ha comprado y todo lo que nos ha dado para que quede claro que Dios es nuestro Dios y no los regalos que hemos recibido. Veamos varias aplicaciones a estas verdades:

Fieles en lo poco

Nuestro Señor nos dejó un mandamiento que debemos recordar: “El que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho; y el que es injusto en lo muy poco, también es injusto en lo mucho”, (Luc. 16:10). Muchas veces en tu vida esperas estar en la posición que te dé más fama o atención. Queremos ser el predicador conocido, no el que limpia el templo. El jefe, no el trabajador. Pero las Escrituras nos llaman a ser fiel en lo poco porque hay correlación entre el tipo de persona que puede ser fiel en lo poco y el que es fiel en lo mucho; entre el tipo de persona que no es fiel en lo poco y que no será fiel tampoco en lo mucho. Por tanto, procura ser fiel cuando solo tienes influencia en las vidas de dos o tres, cuando solo Dios ve tus labores. De esta manera moldeas un carácter que pueda ser fiel cuando Dios te dé más para administrar.

Sé fiel con tu tiempo

Tus días son pocos. Por tanto, no los gastes sino más bien adminístralos fielmente, sirviendo a Dios y a otros. Levántate de la cama y usa tus días para la gloria de Dios.

Sé fiel con tus relaciones

Dios te ha entregado tu familia y amistades para que las administres fielmente. Busca servirle para que lleguen a conocer a Cristo. Dios te ha puesto en el lugar en donde vives y las redes de relaciones que tienes para que declares con tu vida que Él es el Señor.

Sé fiel con el evangelio

Pablo nos dice que los cristianos hemos recibido el mensaje del evangelio y que por eso somos embajadores de Cristo (2 Co. 5:20). Dios te ha entregado el mensaje del evangelio para que lo administres fielmente. Si has conocido la verdad de que el Dios justo mandó a su hijo a morir por personas que estaban muertos en sus pecados, y que por medio del arrepentimiento y la fe en Cristo Él les promete el perdón de pecados y la salvación de sus almas, debes comunicarlo a otros. Si no, debes de creerlo hoy.

“Ahora bien, se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel” 1 Corintios 4:2.

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