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¿Le gustaría hacer el peor trabajo posible para tratar de conseguir que las personas se involucren en el ministerio en su iglesia?

A veces pienso que los líderes de iglesia toman los enfoques más negativos en un intento de animar a más personas a involucrarse en el ministerio en la iglesia.

Hay varios errores comunes. Aquí están seis de ellos:

  1. No orar por eso. A menudo fingimos estar de acuerdo con la oración. Decimos que creemos en la oración, pero no nos portamos así. Sabemos que involucrar a las personas en el ministerio en la iglesia es una de las cosas más importantes que podemos hacer, pero tratamos de hacerlo en nuestro propio poder. Ore antes de pedir a alguien que se involucre en el ministerio. Dios puede sorprenderle.
  2. Hacer un anuncio general. ¿Alguna vez ha escuchado algo así en una iglesia?: “Necesitamos que alguien enseñe la clase de escuela dominical del tercer grado. Si tienes interés, házmelo saber”. Por supuesto, usted pudiera conseguir algunos voluntarios, y esos voluntarios normalmente caen en una de dos categorías: los ya sobrecargados de trabajo, o la persona que jamás debería enseñar esa clase.
  3. Esperar hasta el último minuto. Si está buscando personas que puedan dirigir grupos pequeños dos semanas antes de que los grupos estén programados para empezar, los va a frustrar y desanimar. Eso es algo que debería haber ocurrido hace varios meses. Está comunicando a los voluntarios que el ministerio no tiene mucha importancia, y que se los está pidiendo como algo adicional.
  4. No tomar en cuenta los dones, habilidades, y los horarios de los que está buscando. Es el cliché súper utilizado: Tratar de poner una clavija cuadrada en un agujero redondo. Si me pide que haga algo que requiere destreza manual, olvídelo. No sé cuál extremo de un martillo usar. Todos somos diferentes. Todos hemos sido dotados de manera diferente. Todos tenemos diferentes horarios.
  5. Hacer que la persona se sienta culpable. Los buenos voluntarios son naturalmente (o sobrenaturalmente) motivados para hacer su ministerio. La culpa es una motivación negativa que garantiza que la persona será miserable en el ministerio. Él o ella se frustrará perpetuamente o dejará de participar. Ninguna de esas es una buena opción.
  6. No dar seguimiento. La falta de seguimiento indica que usted solo estaba tratando de alcanzar una cuota o llenar un espacio blanco. El resultado es que los voluntarios del ministerio se sienten poco apreciados y no deseados. Le recomiendo que marque en su calendario enviar tres correos electrónicos breves después de que una persona acepta una posición voluntaria del ministerio: 30 días después, tres meses después, y seis meses más tarde. Hágale dos preguntas simples: ¿Cómo estás? ¿Qué necesitas?

El cuerpo de Cristo es un regalo increíble cuando sus miembros hacen lo que Dios los ha llamado y dotado a hacer. Lee 1 Corintios 12 para ver cuánta importancia debe llevar este ministerio.

Pero no empiece de mala manera. La manera en que buscas a los voluntarios del ministerio hará una gran diferencia, para bien o para mal, en su iglesia.


Publicado originalmente en Thom Rainer. Traducido por Scott Matson. Crédito de imagen: Lightstock.
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