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Cuando se trata de la predicación, los pastores suelen luchar más con la preparación que con la exposición. Mientras más temprano comiences a prepararte, mejor. En un taller reciente en la conferencia nacional de The Gospel Coalition, Peter Adam compartió 14 preguntas que pueden guiar a los predicadores a aprovechar al máximo la preparación de su sermón. Puedes encontrar el taller (en inglés) aquí.


1. ¿He encontrado lo que Dios quería que su pueblo supiera, creyera e hiciera, en el tiempo en que Él originalmente hizo que estas palabras fueran escritas y transmitidas?

2. ¿He encontrado todo lo que Dios ha puesto en este pasaje: su género y características literarias; su forma, estructura, y contenido; sus palabras clave o frases; su significado, sus emociones, sus motivaciones, y su propósito?

3. ¿He entendido el pasaje en el contexto del libro de la Biblia en que se encuentra, y el propósito pastoral de ese libro? ¿He entendido el pasaje a la luz de toda la Biblia, es decir, en el contexto de la teología bíblica?

5. ¿He hecho buen uso de los comentarios, y utilizado la sabiduría de otros comentaristas o predicadores de la Biblia, y de esa manera, he modelado una buena exégesis?

6. ¿He reflexionado y aplicado el pasaje y el sermón a mí mismo, y he respondido en arrepentimiento, fe, y obediencia?

7. ¿He orado por la gente que escuchará el sermón, por su comprensión, respuesta de fe y obediencia, su transformación, y su capacidad e intención de enseñar y exhortar a otros con lo que han aprendido?

8. ¿He encontrado lo que Dios quiere decir a través de este pasaje a la gente a la que voy a predicarle, y cómo quiere transformarlos?

9. ¿He examinado la respuesta que tendrá la congregación a este pasaje: qué información necesitan, qué encontrarán difícil, qué malentenderán, qué disfrutarán, qué necesitan aprender, cómo deben ser transformados?

10. ¿He encontrado lo que Dios quiere decir a toda la congregación como un cuerpo?

11. ¿He tomado en cuenta lo que los diferentes grupos de la congregación necesitarán: incrédulos, buscadores, nuevos cristianos, cristianos inmaduros, cristianos maduros?

12. ¿He caído en la trampa de ver mis temas favoritos e incorporarlos a mi exégesis o mi aplicación, y he hecho las correcciones necesarias?

13. ¿He podado mi sermón para que sea un mensaje coherente, con un propósito ministerial, sin distracciones de ese mensaje y propósito?

14. ¿He formado mi sermón para que sea fácil de entender para la congregación?


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Jenny Midence-García
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