“Y los redimidos por Jehová volverán a Sión con alegría; y habrá gozo perpetuo sobre sus cabezas. Tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.” Isaías 35:10 (RV 60)
En este capítulo podemos ver la anticipación de la obra de restauración de Dios de Su pueblo y de la magnitud e implicaciones de ésta.
Y es que habla de la realidad de que inclusive toda la creación está hoy mismo afectada y quebrantada como consecuencia de la caída (Vs. 1-3) y anticipando su restauración. Dijo Pablo mucho tiempo después que, “la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios.” Rom. 8:21
Esta realidad de quebrantamiento también es evidente en nosotros mismos. Hay un sentido de fragilidad y debilidad intrínsica en nuestro cuerpo físico y en ese delicado balance para mantenernos saludables (Vs. 3, 5, 6).
Hay también un sentido de quebrantamiento emocional que anhela ser restaurado (vs. 4). Y especialmente en el aspecto espiritual hay un reconocimiento del quebrantamiento que viene por la presencia del pecado en nosotros, y la enemistad que esto implica ante ese Dios justo, perfecto, y santo.
Las buenas noticias para ti y para mí son que podemos anticipar esa restauración completa. La restauración sí de Su creación, pero también del orden y de seguridad social, de las estructuras perfectas de justicia en nuestro mundo (Vs. 7-9) y de la misma presencia y comunión perfecta con nuestro Creador (Vs. 8).
Cristo vino a hacer posible esto al empezar a establecer Su reino y aún hoy, y gracias a Su obra en la cruz del Calvario en nuestro favor, podemos experimentar en nuestra vida emocional de la que habla el versículo, las implicaciones funcionales de esa realidad objetiva de haber sido redimidos y haber sido quitada nuestra culpa. ¡Es ese gozo de sabernos libres y poder anticipar Su gloriosa venida!
Piensa en esto y encuentra tu descanso en El.
