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“Al reconocer la gracia que se me había dado, Jacobo (Santiago), Pedro (Cefas) y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra de compañerismo, para que nosotros fuéramos a los Gentiles y ellos a los de la circuncisión”, Gálatas 2:9.

Es increíble cuando notamos por primera vez que tenemos alguna habilidad natural para ciertas cosas. 

Sin embargo, qué bendición es cuando las podemos reconocer especialmente como un regalo de Dios que apuntan precisamente a Su carácter y belleza como Creador, Diseñador y Músico perfecto, y Quien sí merece el reconocimiento y la adoración.  

Todavía es más especial cuando vemos la gracia que el Señor nos ha dado para ser una bendición a otros, especialmente en el contexto de nuestra comunidad de fe. Y es que la habilidad natural no siempre lleva gracia de Dios para producir impacto espiritual, y solo puede haber un reconocimiento y valoración del don en sí mismo.

Interesantemente, creo que mucho de nuestro trabajo, como líderes espirituales, es reconocer la gracia que el Señor ha dado a otros para ser de bendición a sus hermanos, y ayudarles a ellos mismos a ver esto. 

Además, es muy importante ver las evidencias de Su gracia en nuestra vida, en medio de las situaciones de crisis que podamos estar experimentando, y especialmente cuando éstas apuntan en forma inequívoca al Dador de esa gracia sobrenatural para enfrentar el momento con fe. 

Las Buenas Noticias para ti y para mí son que es un regalo de Dios tener personas a nuestro alrededor que reconozcan y nos recuerden las maneras en que Su gracia se ve derramadada en nuestras vidas y ministerios. 

“Y glorificaban a Dios por causa de mí.” (Gálatas 1:24).

Piensa en esto y encuentra tu descanso en Él.

Foto: Lightstock
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