“Estudiar teología es una pérdida de tiempo”. Esa frase representa el pensar de muchos cristianos hoy en día. Por diferentes razones, desde la necesidad y urgencia del evangelismo, hasta una sospecha hacia las instituciones teológicas, la educación bíblica formal se ve con malos ojos en muchas partes de Latinoamérica. Aún peor, muchas iglesias no pueden proveer educación teológica de calidad por falta de recursos o de maestros.
Hoy en día la educación teológica es más urgente que nunca. El mundo no es como hace diez años. La tecnología y los medios de comunicación están cambiando las costumbres y el pensar de la cultura a velocidad asombrosa. El internet hace fácil encontrar buena enseñanza doctrinal, pero igual de fácil es encontrar diversas herejías que se hacen pasar por cristianismo.
Es por eso que me interesó mucho ver que The Master’s Seminary está ofreciendo una maestría en Liderazgo Bíblico en español, que puede cursarse completamente en línea.
Tuve la oportunidad de hacer algunas preguntas a dos profesores y pastores que colaboran en este importante ministerio; quisiera compartir con ustedes lo que ellos respondieron.
¿Es necesario estudiar teología?
Los apóstoles no fueron a un seminario teológico. Entonces, ¿por qué insistir en ello? Luis Contreras, pastor de la Iglesia Cristiana la Gracia en el Estado de México y profesor en The Master’s, contesta: “Sabemos que la iglesia local es el contexto idóneo para que esto suceda. Pero en términos prácticos, en nuestra época, ser instruido por hombres con preparación teológica formal que sirven como pastores de diferentes iglesias provee una oportunidad única para que un hombre se prepare para el ministerio”.
“Un seminario no hace pastores; solo la iglesia tiene esa autoridad”, afirma el Dr. Josías Grauman, anciano en la iglesia Grace Community, y profesor de la maestría en Liderazgo Bíblico. “Sin embargo, no todo pastor está capacitado para instruir a sus líderes en áreas de teología sistemática, teología histórica, o exégesis de hebreo y griego. Por eso la necesidad de ir al seminario, ya que creemos que son conceptos esenciales para los líderes que se encargan de la enseñanza”.
En otras palabras, la iglesia local puede y debe trabajar junto con un buen seminario teológico para preparar a los hombres que buscan entrar al ministerio.
Los latinos y la educación formal
Hablando en términos generales, los latinos tenemos una cultura informal. Así que la educación formal teológica puede ser un gran reto. Pero los tiempos ameritan estudiar la Biblia de manera concentrada.
Con el surgimiento y proliferación de falsas doctrinas, “Nos urge estudiar la Biblia de manera seria, para enseñar correctamente y corregir el error”, dice el Dr. Grauman. Esto incluye aprender a interpretar las Escrituras usando el método histórico gramático, enseñado por hombres fieles e idóneos para hacerlo. De lo contrario, será difícil para el pastor refutar las diversas herejías que buscan devorar a las ovejas.
Por esta y otras razones, el pastor Contreras me comentó que considera la educación teológica formal como “vital”.
El llamado al ministerio
Para algunos jóvenes el llamado al ministerio es claro. Para otros, no tanto. ¿De qué manera puede un joven discernir si Dios lo está llamando al ministerio, y aún más, si debe considerar el entrar a un seminario teológico?
Así contesta el Dr. Grauman: “Lo primero sería que hable con sus pastores. 1 Timoteo 3 y Tito 1 son claros al decirnos que el llamado es algo que se debe confirmar por el liderazgo de la iglesia. Segundo, le animaría a desarrollar las disciplinas de una piedad personal en su vida. Si no está orando diariamente y buscando glorificar a Dios en la lectura y aplicación de la palabra de Dios antes de llegar al seminario, no está listo para venir todavía. Un seminario no puede reemplazar el rol del Espíritu en la santificación, solo puede alimentar el proceso que ya está siendo llevado a cabo”.
Es importante notar que en todo, la iglesia local tiene un lugar prominente. El propósito del seminario no es reemplazar la iglesia sino servirla, de lo contrario estará usurpando su lugar.
Las ventajas de estudiar en The Master’s Seminary
Gracias al Señor hay cada vez más buenos seminarios que buscan equipar bíblicamente al mundo hispano. Así que, ¿cuáles son las ventajas de estudiar en TMS?
De acuerdo al pastor Contreras, hay dos. Primeramente, el compromiso del seminario con la fidelidad a las Escrituras, modelado por el presidente, el Dr. John MacArthur. Y segundo, la ventaja de tener una iglesia local (Grace Community Church) donde ver y aplicar lo aprendido. El Dr. Grauman comenta algo similar: TMS toma en serio la santidad del pastor y su rol como predicador y expositor de las Sagradas Escrituras.
Indudablemente estudiar a distancia tiene grandes ventajas, como el poder hacerlo sin dejar de servir en la iglesia local. Como desventaja sería no tener la interacción personal con el profesorado y otros alumnos. Sin embargo, “Esa desventaja se torna en la principal ventaja”, dice el Dr. Grauman, “porque lo mismo que el alumno pierde en el seminario, lo gana en la iglesia local. De hecho, el quedarse en la iglesia evita la tendencia de algunos alumnos que van al seminario y piensan que no tienen que aplicar lo que están aprendiendo hasta su graduación”.
Maestría en Liderazgo Bíblico
La maestría en Liderazgo Bíblico busca preparar a hombres calificados de acuerdo a los lineamientos bíblicos de 1 Timoteo 3 y Tito 1. En especial, aquellos que tienen una pasión por la predicación expositiva.
Esta maestría consta de trece cursos (39 créditos en total), incluyendo hermenéutica, exégesis, consejería, teología, y predicación. Se puede cursar totalmente en línea por aquellos que ya hayan terminado una licenciatura, con un costo de 200 dólares americanos por crédito, con becas disponibles al aplicar en línea. Las inscripciones se cierran pronto, el 1 de julio de 2017.
Exponer fielmente la Palabra de Dios es una gran responsabilidad. No debe tomarse a la ligera. Es una bendición ver que Dios está abriendo oportunidades para que más hispanos puedan prepararse bíblica y teológicamente para la gloria de Dios y edificación de la iglesia.
