Esa es una muy buena pregunta. Una pregunta difícil de responder. Creo que hay dos cosas que podría decir acerca de la Biblia. Lo primero que quiero decir es esto: creo que muchos de nosotros, cuando nos acercamos a nuestra Biblia, vemos un gran libro con muchas cosas, muchos tipos de libros diferentes, muchas historias, muchas enseñanzas, y así sucesivamente. Y creo que podemos pensar en la Biblia como un libro de información, de mucha información. Parte de ella es información que entiendo, mucha de ella es información que no entiendo. Pero la vemos como un libro, como otros libros. Incluso aquellos con un nivel de educación más elevado; tal vez estén más interesados en la teología, o en la doctrina.
Pueden pensar en la Biblia como un libro de información teológica. Este es un libro con doctrina, y voy a ese libro y tomo la doctrina de allí para que pueda aumentar mi conocimiento. La Biblia ciertamente tiene mucha información. La Biblia ciertamente es un libro teológico, pero no es simplemente eso. De hecho, yo diría que la Biblia no es fundamentalmente un libro teológico. La Biblia es un libro de pactos. Lo que quiero decir con eso [es que] la Biblia es un libro dado a aquellos que están en una relación con Dios. Está diseñada para atraer a las personas a una relación con Dios, o para vincular más estrechamente a las personas en su relación con Dios. J. I. Packer tiene una frase maravillosa, él dice: “Dios nos dio la Biblia para hacerse nuestro amigo”. Me encantan esas palabras. Este es un libro, no es un instrumento principalmente de información, es un instrumento de compañerismo. Y así quisiera que cada cristiano, al ver su Biblia, al pensar en su Biblia, se diera cuenta de que es donde Dios viene a nosotros, aquí es donde Dios nos habla, aquí es donde Dios nos educa, aquí es donde Dios nos alimenta, aquí es donde Dios nos fortalece. Es donde nos encontramos con el Señor, donde nos encontramos con nuestro Salvador. Y así, viendo la Biblia de esa manera, no solo creo que la vemos correctamente, sino que también incrementa nuestra fe para venir a la Biblia, para saber que es donde Dios se va a reunir con nosotros. La Biblia es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos.
Así que cada vez que nos acerquemos a nuestra Biblia, le animo a orar y a decirle a Dios lo siguiente: Señor, revélate a mí hoy, en tu Palabra. Eso también aumentará nuestra fe mientras escuchamos la predicación, mientras que la Palabra de Dios está [siendo] predicada. No solo estamos escuchando información, no solo estamos criticando al pastor, no solo estamos evaluando cada palabra que dice. No, estamos escuchando la voz de Dios porque Dios habla en esas palabras para fortalecernos, para hacernos crecer, para nutrirnos y para que podamos conocerlo mejor y amarlo más plenamente.
Esto es probablemente lo principal que diría. Pero si pudiera mencionar una segunda cosa, si pudiera decirla, diría esto: la Biblia tiene muchas cosas diferentes en ella, pero la Biblia tiene un enfoque, y ese enfoque es Jesucristo. En una frase, de forma general, podríamos decir que toda la Biblia es acerca de Jesucristo, de esta manera, la Biblia nos es dada para revelarnos los actos de salvación de Dios. La forma en que Dios se ha movido en la historia para conseguir un pueblo para sí mismo. Todos esos actos de salvación culminan en la persona y obra de su Hijo, Jesucristo, que murió en la cruz para reconciliarnos con Él. Y así, todo lo que se encuentra en la Biblia antes de los Evangelios, es en preparación para Jesús. Está apuntando hacia Él, está preparando el camino. Nos está enseñando acerca de nosotros mismos y por qué necesitamos un Salvador, nos está enseñando acerca de Dios y por qué Él proporcionaría un Salvador. Y luego cuando llegamos al Nuevo Testamento, nos enseña acerca de nuestro salvador Jesús, y lo que ha hecho para salvarnos. Y cuando llegamos a las epístolas, aprendemos cómo se debe vivir la vida, una vez que conocemos a nuestro salvador, y cómo está Él con nosotros para ayudarnos y fortalecernos, y hacernos crecer.
Así que la segunda cosa que diría acerca de la Biblia es que trata de Cristo. Y así estaría siempre buscando, cada vez que leyera mi Biblia: ¿Cómo me lleva esto a Cristo? ¿Cómo me fortalece esto en Cristo? ¿Qué me muestra esto acerca de la belleza de Cristo, de la suficiencia de Cristo, de mi necesidad de Cristo, de las promesas de Cristo para mi vida? Eso es lo que la Biblia pretende en última instancia mostrarnos y darnos. Es un libro Cristo-céntrico, es un libro para regocijarse en Cristo, y no hay nada que el pueblo de Dios necesite más que eso: ver a Jesús más claramente, para que podamos amarlo más plenamente y confiar en Él completamente.
