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¿Ha usted escuchado un sermón que le deje pensando, “Caramba, ¡yo nunca hubiera podido sacar tanto de ese texto de la Escritura!”, como si el predicador fuera un mago sacando un conejo de un sombrero?

¡A mí me ha pasado!

Cuando el predicador es fiel a la Biblia, esto puede ser una bella demonstración del regalo de Dios para la iglesia a través de pastores y maestros (Efesios 4:11). También puede exponer una falla: puede ser que el predicador no está entrenando a su rebaño a cómo leer la Biblia por medio de su predicación.

Los predicadores necesitan ver el momento de la predicación como un momento clave que hace que la Biblia sea más fácil de usar por todos los que se congregan. Esto profundizará su tiempo personal en la Palabra, haciéndoles crecer como discípulos y equipándolos para el ministerio (2 Timoteo 3:16-17). Si se falla en hacer esto, limitará el crecimiento espiritual, limitando también la dedicación al estudio bíblico, y puede hacer que muchos hermanos se admiren del vasto conocimiento de su predicador, en lugar de estar admirados por lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo.

Colin Marshall y Tony Payne abordan la importancia de esto en su libro The Vine Project: Shaping Your Ministry Culture Around Disciple Making (El proyecto viña: Moldeando su cultura ministerial alrededor del hacer discípulos).

“En su predicación un pastor hace sonar el diapasón para que la orquesta completa sepa cuál nota tocar. Enseña y protege el sano depósito del evangelio para que todos puedan conocerlo clara y completamente (porque, ¿de qué otra forma hablarán?). El predicador les muestra no solo lo que la Biblia dice, sino también cómo pueden leer y comunicar esa verdad por sí mismos. Él constantemente enseña un marco de referencia doctrinal sano que moldea la lectura y la comunicación de la Biblia para toda la congregación” (p. 117).

¿Cómo se ve este equipamiento en la práctica?

Esta forma de pensar no requiere de otros 20 minutos extra de instrucción especializada en cada sermón.

Lo que sí requiere es primero entender profundamente el texto y conocer cómo es que Dios quiere usarlo para pastorear los corazones (lo que llamamos la intención transformacional del pasaje). También queremos saber los desafíos que los hermanos enfrentan al estudiar las Escrituras con el fin de poder tratarlos apropiadamente (p.ej., ¿los confunde la poesía bíblica?). Por último, queremos modelar una fiel interpretación bíblica usando principios hermenéuticos básicos para explicar nuestra proceso de estudio y conclusiones. A continuación encontrará varias sugerencias prácticas de cómo implementar esto.

Sugerencias Prácticas:

  • Recordarle a los oyentes la pregunta más importante que se debe hacer cuando se lee la Biblia: ¿Qué es lo que dice el texto?
  • Mencionar el contexto histórico, literario, y bíblico del pasaje.
  • Explicar cómo acercarse al género bíblico que posee su pasaje.
  • Explicar cómo las partes individuales de su pasaje forman la idea central de su pasaje.
  • Asegurarse de que los sermones no sean un mero discurso de un tema que no sale del texto, ni tan detallado que se pierda la idea central del pasaje.
  • Apunte regularmente a las ideas centrales del libro y explique cómo su pasaje calza a la luz de todo el libro.
  • Al comienzo de una nueva serie de sermones en un libro completo de la Biblia, anime a su congregación a leer a través de todo el libro en una sentada. También puede predicar un sermón que resuma todo el libro antes de empezar una nueva serie sobre ese libro.
  • Luche contra la tentación de buscar otro texto de la Escritura antes de profundizar en el que está estudiando.
  • Note las palabras conectivas y sus funciones. ¿Cómo es que el uso de palabras tales como “por tanto”, “pues”, “con el fin de”, “entonces”, “ahora” ayudan al autor a comunicar su punto principal?
  • Guíe a los oyentes por medio de buenas preguntas que los dirijan hacia la intensión del autor en el texto.
  • Ayude a que las sorpresas del texto sobresalgan para sus oyentes.
  • Modele haciendo buenas preguntas que descubran la intensión transformativa del autor. “Pueden notar en el verso dos que Pablo dice esto y esto. Entonces, ¿por qué lo dijo aquí? Veamos el verso tres para encontrar la respuesta”.
  • Observe de lejos la forma en que su pasaje tiene un lugar en el contexto de la historia redentora.
  • Explique los temas teológicos bíblicos y cómo su pasaje apunta a Cristo.
  • Motive a su congregación a subrayar palabras o ideas repetidas en sus Biblias.
  • Haga que la aplicación apoye a la enseñanza como un recordatorio de que Dios quiere que la Biblia cambie nuestras vidas.
  • Cuando explique un pasaje difícil de entender, recuérdele a los oyentes que las Escrituras son su mejor intérprete, y modele cómo reflexiona usted en el pasaje.
  • Recomiende y regale libros que modelen una interpretación fiel de la Biblia.
  • Ofrezca clases/lecciones de lectura bíblica o lea más la Biblia de manera personal con los hermanos de la iglesia.
  • Anime a los miembros que ya están equipados a ministrar a otros leyéndoles regularmente la Biblia.

De la misma manera en que la gente usará más la tecnología que sea más fácil de usar, al llenar su predicación con estas sugerencias, con el tiempo ayudará a su congregación a relacionarse mejor con la Biblia, lo que nutrirá su fe, los hará crecer en santidad, y los motivará a dar fruto.

Y mientras eso sucede, habrá menos trucos mágicos y menos exaltación del predicador a favor de más comentarios de admiración en donde deben ser enfocados: en Dios y en su gloria como se nos revela en las Escrituras.

Imagen: Lightstock
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