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Quiero que mis hijos crezcan creyendo que el canto de un hombre adulto es uno de los sonidos más naturales en el mundo.

No tiene que ser un gran canto. Yo no soy un cantante consumado. Sin embargo, no quiero que mis hijos —o mi hija, dado el caso— piensen que es extraño que los hombres canten. Más bien, es extraño y triste cuando los hombres no cantan.

A mis compañeros papás, me encantaría que consideren conmigo lo que podría significar poner su paternidad a cantar. ¿Qué pequeños pero significativos pasos pueden dar para hacer de su hogar un lugar de una mayor felicidad tangible?

No es necesario cantar bien par que críes con canción. No estamos hablando de talentosos barítonos y bajos. Solo cantar. Y, por supuesto, esto no es solamente para los papás. Las mamás tienen una parte indispensable cuando se trata de cantar, tienen un potencial único para traer alegría a la casa a través de la música y el canto.

Primero consideremos dos razones por las que vamos a querer llenar intencionalmente nuestros hogares con cantos, y luego veremos algunas ideas prácticas de un joven padre que está encontrando su camino de poner esto en práctica. Incluso si usted no fue criado acostumbrado a cantar, tal vez esta es su oportunidad para comenzar a redimir los maravillosos regalos de Dios de la música y el canto para su familia.

Haciendo más feliz nuestro hogar

Cuando papá canta, el hogar es más feliz. El canto es el sonido del gozo en Dios. Es el gozo de Dios hecho audible. Cantar alrededor de la casa, en el auto, y al transitar por la vida, llena el aire de alegría, y ayuda a establecer una agradable comunión en la familia, en lugar de frialdad. Los papás ​​que son lo suficientemente hombres para cantar contribuyen significativamente en hacer de sus hogares, hogares felices.

Nosotros, los cristianos, cantamos porque conocemos a un Dios que es indomablemente feliz (Salmo 115:3), incluso en el circunstancias más difíciles. Nuestro Dios es un Dios que canta, incluso acerca de nosotros:

“El Señor tu Dios está en medio de ti, Guerrero victorioso; se gozará en ti con alegría, En su amor guardará silencio, se regocijará por ti con cantos de júbilo” (Sofonías 3:17).

Si los cristianos no cantan, ¿quién lo hará? Los concursos de talento de la televisión se llenan de solistas que crecieron en la iglesia porque los que no son cristianos tienen menos razones para cantar. ¿Puede una cosmovisión atea, agnóstica, secular, o pragmática del mundo inspirar a cantar? Encontramos excepciones a la regla, pero las excepciones acentúan la norma. El canto es el lenguaje de la alabanza cuando adoras a un Dios feliz.

“La iglesia está destinada a cantar”, dice el compositor y líder de adoración Bob Kauflin. “En diferentes momentos de la historia de la iglesia, las iglesias han establecido escuelas de canto”. Somos los cristianos que tenemos razones para cantar, cualesquiera que sean nuestras circunstancias. Los padres cristianos tenemos una esperanza más profunda que cualquier problema, no solo para mantener firmes nuestras propias almas, sino para transmitirlo a nuestras familias, abriendo nuestras bocas con canción.

Cada corazón involucrado

Pero no solo hacemos nuestros hogares más felices a través del canto. Cuando papá canta, inspira los corazones de sus hijos para que crezcan y florezcan, no solo sus mentes y cuerpos. Al igual que el sonido del gozo, la canción es un lenguaje del corazón. Llenar la vida con música y canto es una manera de animar y cultivar el corazón, en lugar de suprimirlo.

Cantar a y con nuestros hijos, dice Kauflin, “involucra los corazones de los niños de una forma en que la manera natural de hablar no lo hace”. El canto no solo enseña verdades, sino que también nos ayuda a sentir el evangelio; como padres, no solo queremos pastorear la vida exterior de nuestros hijos, sino también su ser interior.

Pero ¿qué debemos cantar, y cuándo y cómo?

1. Cante la Escritura

¿Qué mejores letras para poner en música que las mismísimas palabras de Dios? Todavía recuerdo las letras de las canciones del albúm musical de Steve Green “Guárdalos en tu corazón” (Hide ‘Em in Your Heart, en inglés) de mi infancia, y nuestra familia ha disfrutado aprendiendo canciones de Seeds Family Worship en el carro (sobre todo del álbum El Carácter de Dios). Existen muchas otras buenas opciones. Sin duda, algunos han puesto la Escritura en mala música. No recomendaría confundir diversidad musical para tus hijos con música cursi, pero puedes buscar a aquellos que lo están haciendo bien.

La mayoría de nosotros no somos capaces de escribir nuestras propias canciones, pero podría sorprenderte de lo que eres capaz de hacerlo si le das una oportunidad.

2. Cultive el hábito del canto

El canto espontáneo alrededor de la casa y en el coche muestra a nuestros hijos el desbordamiento de alegría en el corazón. Pero, ¿cómo cultivar el hábito de cantar que va a rebosar en momentos espontáneos? A través de la creación de algún tipo de estructura que traiga el canto con regularidad en la vida de su familia. Podría ser canciones para cantar juntos en el coche, o al acostarse o la hora de comer. La estructura y la espontaneidad no son enemigos aquí. La estructura produce espontaneidad.

Cuando llevo a los niños a desayunar los sábados por la mañana, tomo el trayecto como un espacio para enseñarles una canción. Estamos trabajando actualmente en “Castillo fuerte”. Ellos son capaces de captar mucho más rápido de lo que habría esperado. Durante un tiempo, nosotros les enseñamos “Más Fuerte” (Stronger, en inglés) a la hora de acostarse y animábamos a los niños a cantarla a medida que se la iban aprendiendo. Pruebe diferentes disparadores o factores desencadenantes, y busque lo que funciona en su vida familiar.

3. Cante durante tareas desagradables

Toma una página de Mary Poppins y canta durante tareas desagradables. Una cucharada de azúcar ayuda a tomar la medicina, y lo mismo ocurre con una canción acerca de la medicina. Considere la posibilidad de cantar al momento en que los niños deban tomar su medicina, o al cambiar un pañal. Esta ha sido una de mis partes favoritas al tratar ser un padre que canta.

¿Cuánto bien le hará a nuestros hijos escuchar cantar a su papá no sólo en los momentos más felices, sino también durante las tareas desagradables?

4. Disfruten juntos de la música

Incluso en familias con padres que aman la música, puede ser fácil pasar por alto el canto y el compartir la música juntos. Kauflin anima a los padres a “introducir la música en su casa si todavía no lo ha hecho”.

Solía ​​ser más fácil. Pre-iPod, cuando tenía su equipo de música y todo el mundo escuchaba la misma cosa, era mucho más fácil. Ayer estaba con una familia que puso en práctica escuchar música juntos. Eso es una gran práctica.

Tenemos tanta música disponible ahora, de estilos diferentes, y todas estas son canciones que se pueden cantar en grupo. Por supuesto, si hay músicos entre ustedes, póngalos a liderar las canciones. Muchas familias tienen hijos de doce años de edad tocando el piano y cantan canciones de adoración sencillas. Hermano, no te imaginas lo que eso hace a la hora de fomentar su comprensión de cómo Dios puede usar sus dones para animar a la iglesia y lo mucho que hace para construir una familia unida.

Disfrutar de la música juntos no se verá igual en todas las familias —y por supuesto, no todos los papás sonarán igual— pero no se pierda el gozo que Dios hace audible cuando papá está dispuesto a liderar con canto.


Publicado originalmente en Desiring God. Traducido por Justo Mirabal. 
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