Desde el próximo 30 de septiembre al 1 de octubre, la Ciudad de México será anfitriona de la conferencia regional de Ligonier: “La Palabra inmutable para un mundo cambiante”. Hace un par de semanas compartimos con ustedes la entrevista con el Dr. Stephen Nichols; en esta ocasión, el Dr. R.C. Sproul Jr. nos invita a la conferencia y nos comenta las expectativas que Ministerios Ligonier tiene para su trabajo en Latinoamérica.
1. En breves palabras, díganos un poco acerca de usted. ¿Quién es R.C. Sproul Jr.? ¿Cómo sirve usted al Cuerpo de Cristo?
Sirvo como ayudante de cátedra para Ligonier, y como director de teología y profesor de apologética en el Reformation Bible College. Además, sirvo como pastor en Ascension Presbyterian Church. Lo más importante, soy padre de ocho hijos, buscando criarlos en la disciplina y amonestación del Señor.
2. Ministerios Ligonier está organizando una conferencia regional en la Ciudad de México. Yo soy de México, así que estoy muy agradecida por ella. ¿Por qué en México? ¿Y por qué ahora?
Estoy emocionado por la conferencia regional de Ligonier en la Ciudad de México. México está sintiendo un fuerte empuje hacia el secularismo, siguiendo la tendencia generalizada del mundo occidental en su rechazo a la Palabra de Dios como la fuente de revelación definitiva. Por supuesto, siempre es una bendición recordar a los creyentes de la veracidad y el poder de la Palabra de Dios. Nunca es un mal momento para recibir ese recordatorio. Pero es especialmente importante que luchemos las batallas donde están, y que permanezcamos —como Lutero antes que nosotros— en la Palabra donde la Palabra está siendo retada con más vehemencia. Los cristianos no son inmunes a la seducción del secularismo, y parte de nuestro llamado es a fortalecernos los unos a otros ante esos retos.
3. La conferencia se llama “La Palabra inmutable para un mundo cambiante”. ¿Por qué una conferencia acerca de la Biblia?
La Biblia es, en un sentido, como cualquier otro libro. Debemos leer la metáfora como metáfora, la historia como historia, la poesía como poesía. Pero también es única. Además de la revelación de Dios a través de su creación, la Biblia es la única revelación de la verdad de Dios, de su carácter, y más importante, del plan de Dios sobre cómo nosotros —miserables pecadores— podemos tener paz con Él. La Palabra predicada es poder de Dios para salvación y, para los que ya hemos sido redimidos, es nuestra guía para servirle a Él y a su reino. Es la revelación de Cristo, el Dios-hombre quien es la razón no solo para este libro sino para toda la historia.
4. ¿Por qué importa que los líderes de iglesias vean la primacía de la Palabra de Dios en su ministerio?
A medida que la cultura se vuelve más secularizada, nosotros —incluso los líderes de la iglesia— sentimos la tentación de sustituir la sabiduría de Dios por nuestra propia sabiduría. La Biblia y su mensaje es ofensivo para los que todavía están fuera del reino. Si adoptamos una estrategia construida en torno de los deseos de aquellos que están fuera del reino para alcanzarlos, nos encontraremos con que hemos dejado a un lado la Palabra, matizándola y cubriéndola. Cuando hacemos eso, nos perdemos el poder real. En Pentecostés, Pedro no predicó su propia palabra, sino la Palabra de Dios. Le recordó a la audiencia de las promesas de Dios y de las inclinaciones del hombre, concluyendo con la verdad más dura de todas: que ellos crucificaron al Señor de gloria. Sin embargo, este “duro” mensaje fue usado por el Espíritu para traer al reino 3.000 almas. Los enemigos de Dios fueron hechos hijos de Dios. Nuestra postura hacia la Palabra de Dios siempre debe ser sumisión a su autoridad, para que podamos ver su poder obrar. Nosotros no cuestionamos la Palabra de Dios; ella nos cuestiona a nosotros.
5. ¿Qué le aconsejaría a alguien que ha entendido la importancia de la Biblia, pero que todavía está batallando para entenderla?
La Biblia es difícil para todos nosotros. Fue escrita hace mucho tiempo, en idiomas diferentes, en medio diferentes grupos de personas a través de los siglos. Nuestro deber, para poder entender qué significa para nosotros, es primero tratar de entender qué significó para quienes fue escrita originalmente. Eso involucra trabajo y estudio. Pero se nos ha prometido que el Espíritu Santo obrará para ilumniar nuestro entendimiento de la Palabra. El consejo que le daría a cualquier estudiante de la Palabra (y el consejo que me doy a mí mismo) sería tener una determinación santa de trabajar diligentemente y depender de todo corazón en la obra del Espíritu.
Dios promete que su Palabra no volverá vacía. Puede que no siempre veamos clara e inmediatamente el impacto de la Palabra, pero eso no quiere decir que su promesa sea falsa. Nuestro llamado es a creer su promesa y a confiar en que Dios está obrando en nosotros al alimentamos de la Palabra.
6. ¿Qué fruto espera ver del trabajo de Ligonier en Latinoamérica?
Mi esperanza y expectación para nuestra conferencia es que aquellos que asistan regresen a casa con una mayor confianza en la Palabra de Dios y un hambre más profunda por ella. Eso, y no la conferencia como tal, es lo que producirá fruto. Mi oración es que la confianza de los asistentes se multiplique alrededor de la nación, que el Espíritu se deleite en actuar y traer reforma a Latinoamérica, y que así el nombre de Jesús sea exaltado.
