¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

“Por tanto, ya no eres siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero por medio de Dios”, Gálatas 4:7.

Hay situaciones diarias que nos “sacan de quicio”; de ese equilibrio perfecto de precaución y confianza, de seguridad e intencionalidad, de madurez y decencia. Nuestras expectativas del día, de nuestros recursos para lidiar con él, y de cómo queremos vernos reaccionar, se ven afectadas de tal manera que nos sacan de balance. Nuestras piernas tiemblan y nuestra confianza en nosotros mismos, y aún en Dios, flaquean. 

En esos momentos nos sentimos solos. Sentimos que tenemos que arreglárnoslas por nosotros mismos, y simplemente reaccionamos lo mejor que podemos. Sin embargo, muchas veces esas reacciones no muestran nuestra mejor cara. Estas circunstancias en realidad han dejado ver una condición del corazón que no podemos esconder más; han empujado a la superficie lo que ya había en el interior.

Estas situaciones han hecho que nuestra comunión con el Padre se rompa. De pronto actuamos, en otras palabras, como huérfanos y no como hijos de nuestro amoroso Padre celestial. 

Es interesante cómo en este pasaje la comparación no parece paralela. El contraste no es de un hijo con un huérfano y de un esclavo con una persona libre, sino de un hijo con un esclavo. Y es que cuando olvidamos que somos hijos y actuamos como huérfanos, nos volvemos una vez más esclavos de las maquinaciones de nuestros corazones. 

Esos momentos son una invitación a arrepentirnos no solo de nuestras acciones, sino también de un corazón incrédulo, independiente, y autosuficiente. Son una invitación a recordar y creer una vez más quienes somos: hijos adoptados, amados, perdonados, y completos en Cristo. Son una invitación a correr a la cruz y encontrar ahí la provisión de Dios. 

Las buenas noticias para ti y para mí son que su Espíritu en nosotros nos ayuda para que podamos clamar “Abba Padre”, y así volver a alinear nuestro corazón al recordar su provisión en Cristo. 

Piensa en esto y encuentra tu descanso en Él.

Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando