¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

“Al decir El esto, todos sus adversarios se avergonzaban, pero toda la multitud se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por El”, Lucas 13:17.

Al leer este versículo, me preguntaba si muchas veces vemos la voluntad de Dios como algo a lo que tenemos que resignarnos; como esa medicina que sabemos es para nuestro bien, pero que nos sabe malísimo. Detrás de este sentimiento, está la vieja mentira del diablo al cuestionar si en verdad Dios es bueno, y si lo que nos ha dado es lo suficientemente bueno para nosotros. O la idea de que nosotros sabemos mejor que Dios lo que necesitamos.

El contexto de este versículo es un llamado al arrepentimiento y a reconocer la misericordia de Dios. Se trata de un llamado a ver el carácter bondadoso del Dios creador del cielo, de la tierra y del universo; pero también de ese Dios que va al extremo de adoptarnos en su familia por amor, gracias a la obra de justificación de su Hijo en nuestro favor.

¿Cómo no reconocer ahora que su voluntad es, como dice Romanos 12:2, “lo que es bueno y aceptable (agradable) y perfecto”? Esta realidad deber ser en nuestras mentes más que un asentimiento intelectual, sino también como dice el mismo versículo de Romanos, algo que hemos “verificado” funcionalmente, y entonces transforma nuestra manera de pensar y relacionamos con el mundo.

Así llegamos a valorar la obra de Dios por nosotros, en nosotros, y —¿por qué no?— a veces aún en contra de nosotros, por nuestro bien y para su gloria. Esto ocurre cuando su voluntad se convierte en “cosas gloriosas hechas por Él” y por las cuales nos gozamos en gran manera.

Piensa en esto y encuentra tu descanso en Él.


Imagen: Lightstock.
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando