“…de la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza”, Mateo 21:16b.
Hoy en día, hay poco material musical cristiano para niños, y el que hay tiene letras de poca profundidad o enseñanzas básicas y bíblicas. Fue por esta razón que me emocioné cuando encontré a Songs for Saplings por medio de un artículo en Coalición. Estas canciones, que han sido traducidas a varios idiomas, fueron escritas para edificar a los miembros más pequeños de nuestras iglesias: nuestros hijos e hijas.
Me destacaban mucho las letras y lo que enseñaban acerca de Dios y la creación, y no dudé en regalarle el material a una familia de tres hijos de ocho, seis, y cinco años. Sus hijos en un par de semanas ya se sabían casi todas las canciones de memoria. Las escuchaban y cantaban cada vez que salían en su auto.
Al escuchar las canciones me encantaba la sencillez, la claridad en sus letras, la importancia de la enseñanza que imparten, y lo que es más importante, que en cada canción hay un pasaje bíblico de respaldo (con el testimonio de los niños de la iglesia, que a los pequeñitos les gusta mucho).
En mi caso, no aprendí los atributos de Dios, los asuntos de la creación y el propósito del mismo hasta una mayor edad, pero estos pequeños ya estaban aprendiendo rápidamente lo elemental de esta información en sus mentes y corazones, ¡y con sus pasajes bíblicos! Ellos no se olvidarán de estas canciones y de lo más importante: lo que enseñan.
Una mamá que también usa este material recién me compartió que le es muy útil para reafirmar lo que ella le enseña en la teoría a su hijo. Al aprenderse la canción el pequeño se aprende la misma información y le es mucho más fácil recordarlo para cuando finalmente si lo entienda o lo experimente.
Eileen tiene 9 años y ella le contaba a su mamá que les había enseñado a las compañeritas de la escuela que Dios es tres personas, y le sorprendía que sus amiguitas no supieran esto. Ella se pudo acordar fácilmente con la canción, ¿Cuantas personas hay en la unidad de Dios?
Tengo una hija de un año y medio. Se llama Uma. De chiquita le repetía la pregunta y respuesta: “¿Quién te creó? Dios”. Fue una gran alegría escucharla por primera vez responder por ella misma a la pregunta. “¿Uma, quien te creó?” “¡Di! (Dios)”. Tienen un gran privilegio los papás que le pueden enseñar estas importantísimas doctrinas a sus hijos desde chiquitos. Además, creo que muchos padres también beneficiarán al aprender juntos a sus hijos.
En la iglesia hicimos un cancionero con las letras del primer volumen, Dios y la creación. Noté que los niños se unían con entusiasmo a la alabanza. Lo mismo opinaba un hermano que comentó, “Cuando cantamos estas canciones, se nota que los grandes y los chicos se unen en alabanza a nuestro Dios. No sucede lo mismo con otras canciones”. De hecho, realizamos duos donde los padres hacían preguntas y los niños respondían. ¡Lo disfrutamos mucho!
En mi caso, en cuanto tengo la oportunidad, no dudo en compartir el material a conocidos, amigos, familiares; y siempre nos llegan a decir lo mismo, que el material les gusta y enseña cosas importantes a los niños.
Ahora esperamos con entusiasmo la traducción de los próximos volúmenes de Songs for Saplings. Estoy muy agradecido al ministerio por su trabajo en producir material muy bueno y necesario para nuestros hijos. Te pido que te unas a mí en oración por los hermanos que realizan las canciones y que podamps apoyarlos en nuestras posibilidades.
Nota del editor: Si deseas conocer más sobre el ministerio Songs for Saplings, puedes visitar su página y descargar el primer volumen gratuitamente.
