“Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré ni te abandonaré.”
Josué 1:5
Cuando era pequeño y vivíamos en la casa pastoral en la parte de atrás de la iglesia, el tener que entrar allá cuando era de noche implicaba pasar por un largo y oscuro pasillo que estaba entre el lado del templo y un lote vacío al otro lado.
Recuerdo ir repitiendo una y otra vez el versículo 9 a lo largo de este tenebroso recorrido que se me hacía eterno,
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas.»” (Vs. 9)
Después y al ir creciendo, el enfrentar en mi juventud intervenciones quirúrgicas que me forzaban a sentirme débil e inseguro, me hicieron regresar ves tras ves a mi versículo favorito,
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas.»” (Vs. 9)
El versículo 5 también nos habla de este mismo compromiso de Dios de acompañar a Sus hijos.
Sin embargo en medio de este contexto de confianza y seguridad, está también el versículo 7 que habla de la importancia de cumplir la ley de Dios, no apartándonos o desviándonos de ella “ni a la derecha ni a la izquierda para que tengas éxito dondequiera que vayas.”
La verdad es que los vaivenes de la vida nos desvían de poner nuestra confianza en Dios y entonces experimentamos desilusión y fracaso.
Sin embargo, las Buenas Noticias para ti y para mí son que aún en esos momentos que nos desviamos, Dios por Su pacto de gracia eterna, promete aún estar ahí, con nosotros, acompañándonos siempre, pero comprometido a hacer lo necesario para traernos de regreso a Sus caminos.
Piensa en esto y encuentra tu descanso en El.