¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

Nota del editor: El pastor John Piper recibe preguntas de algunos de sus oyentes de su programa: Ask Pastor John. A continuación está su respuesta a una de esas preguntas.


Pastor John, por favor explíquenos cómo utiliza la tecnología: cómo realiza la lectura Bíblica en su iPad, cómo utiliza el software de la Biblia en su computadora portátil, y cómo utiliza podcasts y audiolibros. ¿Cómo sirve toda esta tecnología?

Creo que lo primero que hay que decir es que nadie debe intentar copiar a nadie más en este sentido, debido a nuestras circunstancias y nuestras necesidades y nuestros dones, nuestras vulnerabilidades son muy diferentes. Así que tal vez la mejor manera en que alguien escuche lo que voy a decir sería que escuche posibilidades, no indicaciones.

El uso que le doy a la tecnología para la lectura, para escuchar, y para observar se puede dividir —me parece a mí en lo que he pensado, aunque puede que se me haya pasado algo— en: uno, la Biblia; dos, la oración; tres, la lectura para el crecimiento y enriquecimiento espiritual e intelectual; cuatro, escuchar tanto para entretenimiento como para crecimiento y enriquecimiento; cinco, la conciencia de lo que está pasando en el mundo de la cultura y el evangelismo y; seis, relaciones con la familia. Esas son las categorías. Permítanme decir una palabra acerca de cada una.

1) Biblia.

He estado leyendo toda la Biblia una vez al año desde que tengo memoria. Quizás inicié en mis veintitantos. Realmente no puedo recordar cuándo inicié, pero desde que tengo memoria hago esto. Desde hace unos años lo he hecho en mi iPad, usando diversos software de Biblia (ahora el software de Logos). Me proporciona un método para mis lecturas diarias. Este año estoy usando el plan de lectura de McCheyne, que te lleva a través de toda la Biblia una vez, a través del Nuevo Testamento dos veces, y dos veces a través de los Salmos. Se lee unos cuatro o cinco capítulos al día y Logos todos los días me permite ver en la pantalla la siguiente parte que se va a leer en la Biblia y solo se hace clic sobre ella. Te lleva a ese lugar y cuando has terminado con ese lugar, dices listo o terminado y te lleva al siguiente lugar, y es increíblemente conveniente.

Y hay varias razones por las que lo hago, por las que leo mi Biblia electrónicamente. Una de ellas es que puedo guardar versículos fácilmente para meditarlos luego. Uso Evernote. Estoy seguro de que hay una manera de hacerlo en Logos, pero he estado usando Evernote durante mucho tiempo, así que utilizo Evernote. Tengo una carpeta de citas de la Biblia y específicamente de promesas de la Biblia. Y entonces puedo mirarlos más tarde en el día o en la tarde para recordarme de lo que fue especialmente poderoso o precioso en la lectura de esa mañana. Así que solo con un clic o dos, el verso que fue significativo para mí en ese momento se puede guardar para más tarde en el día.

Otra razón para leer la Biblia electrónicamente es que uno de mis propósitos para el uso de Twitter es enviar versículos de la Biblia o verdades de la Biblia tres veces al día, y todos ellos salen de mi lectura diaria. La versión electrónica me permite cortar y pegar en Twitter o HootSuite de forma muy sencilla. Así que se podría decir que considero que este uso particular de Twitter es simplemente un desbordamiento de mi disfrute de las Escrituras cada mañana. Y los programo con una o dos semanas de antelación. Cuando vienen, vienen.

Otra razón para usar el iPad es que estoy regularmente consultando el idioma original, griego y hebreo, y Logos lo hace realmente fácil con una pantalla dividida que tiene griego o hebreo justo allí cuando estoy meditando, por lo que si deseo comprobar y ver lo que está detrás de una palabra, puedo hacerlo. Y otra razón es que cuando tengo ideas para artículos o libros o blogs o sermones mientras estoy leyendo, puedo hacer rápidamente una nota o cortar y pegar en mi archivo de Evernote en diversos temas para estar listo con esas ideas y textos. Así que todo se hace más eficiente con la misma rapidez al ser capaz de guardar cosas y hacer comentarios sobre las cosas cuando estoy leyendo la Biblia en mi iPad.

Y supongo que no hace falta decir que hago prácticamente todos mis estudios bíblicos en la computadora en mi escritorio. Estoy usando mi ordenador en este momento frente a mí. Mi programa de la Biblia está abierto, mientras hablo al micrófono. Utilizo Logos 6 y siempre tengo la traducción de la Biblia ESV abierta. Al lado tengo el griego y el hebreo abierto. Tengo una ventana de búsqueda abierta al lado de eso. Tengo un comentario abierto en la parte inferior. Me encanta el Comentario del Testamento griego por Henry Alford, aunque puedo hacer clic en otros comentarios. Aquí tengo un montón de cosas abiertas y listas para funcionar. De modo que eso es para la Biblia. Esa es la categoría de la Biblia. Y hago uso de Biblearc.com para arqueo riguroso y nivelación de textos, pero eso es para hablarlo en otro momento, tal vez.

2) La oración.

¿Cómo se recuerdan a sí mismos de lo que quieren orar? Además de orar a través de la Palabra —cuando leo mi Biblia, estoy orando en la Palabra por todas las personas que me preocupan y todas las cosas que la Biblia me muestra— también tengo cosas por las que oro en círculos concéntricos, y les doy seguimiento desde mi iPad en una carpeta de Evernote. Así que, si me arrodillo para orar y no puedo recordar todas las cosas por las que quiero orar, solo hago clic para abrir mi Evernote. Se llama “oraciones diarias”, y lo mantengo actualizado con las peticiones que las personas me hacen. Así que la oración es otra forma en la que uso la tecnología.

3) Lectura para el crecimiento y enriquecimiento espiritual e intelectual.

Yo todavía estudio de los libros de papel y los amo, y creo que siempre los tendremos con nosotros. No creo que jamás dejen de ser útiles. Pero me encanta el hecho de que tengo todas las obras de John Owen, todas las obras de Jonathan Edwards, todas las obras de Charles Spurgeon en la punta de mis dedos en mi iPad en cualquier lugar, todo el tiempo. Este es un regalo incalculable de Dios para mí. Por ejemplo, he estado leyendo el volumen 4 de John Owen mientras me preparo para escribir un libro sobre el uso afectivo de la Escritura en nuestras vidas. Y he estado leyendo sermones relevantes de Jonathan Edwards sobre este tema. Y acabo de terminar dos sermones de Charles Spurgeon llamados “Cómo leer la Biblia”.

Y todo esto lo he estado leyendo en mi iPad en Logos, y la razón principal es por lo fácil que es resaltar o hacer recortes, de modo que lo que acabo de ver inmediatamente irá a un documento. Puedo imprimir ese documento. Oh, recuerdo los años pasados ​​cuántas horas y horas y horas y días y días pasaría subrayando libros y luego volver a escribir y escribir y escribir para intentar guardar lo que había visto en los libros que podría ser de ayuda. Y ahora, bendito sea Dios, yo puedo solo leer, resaltar y ¡boom!, ya están en un documento. Esos maravillosos descubrimientos de estos grandes, amantes históricos de Dios se han conservado y ahora los puedo leer luego. Puedo usarlos más tarde. Así que la lectura para el crecimiento intelectual y espiritual se hace mucho en mi iPad, aunque no solo en él.

4) Escuchar tanto para el entretenimiento, crecimiento, y enriquecimiento.

La mente —la mente de John Piper, por lo menos— no siempre puede ser arrollada firmemente en aras del máximo rigor en el análisis y la síntesis. Hay un lugar para el entretenimiento más relajado y pasivo. Pero personalmente creo —y aquí está la parte de la vulnerabilidad— que el cristiano no debe ser entretenido por cosas que requieran un baño espiritual para limpiar la mente después de haber terminado. Esa no es una buena manera de entretenerse. Y me temo que muchos, muchos, muchos evangélicos contradicen su propia conciencia, porque están siguiendo al mundo con respecto a las cosas que los entretienen.

Ahora, una de las maneras en que hago esto es teniendo libros de audio en mi iPhone. Ahora mismo, por ejemplo, tengo un enorme audiolibro que estoy escuchando: “Colección de ensayos y escritos cortos” de C. S. Lewis. Es un libro colosal: 40 horas de audio. Y escucho un poco de vez en cuando. Y, al mismo tiempo, estoy escuchando una historia narrativa de la gran migración de los afroamericanos desde el sur hacia el norte, llamada “El calor de otros soles” y ganadora del premio Pulitzer, que simplemente está golpeándome de nuevo con tristeza por las cosas en las que estuve involucrado en esos días y los horrores de los antecedentes de los afroamericanos en este país. Y, al mismo tiempo estoy escuchando la nueva biografía de J. I. Packer de Leland Ryken.

Así que tengo tres libros en audio al mismo tiempo, escuchando de acuerdo a cómo me sienta en el momento.

Y acabo de terminar de escuchar, el año pasado, a “Los hermanos Karamazov”. En otras palabras, trato de escuchar ficción si alguien me ha dado una muy buena recomendación de algo contemporáneo o si quiero volver a algo histórico. Por ejemplo, acabo de terminar de escuchar “La luz que no puedes ver” de Anthony Doerr. Eso fue muy motivador para mí. Así que escucho estos libros básicamente en los espacios de mi vida. Escucho mientras estoy corriendo, mientras estoy de camino a la iglesia, mientras conduzco para hacer el cambio de aceite, mientras me cepillo los dientes, al vestirme, mientras la tetera se calienta. El objetivo es a la vez el disfrute, el aprendizaje, y el despertar de emociones que de otra manera no podrían ser tocadas.

Creo que una de las cosas que la gran literatura hace, incluida la ficción, es que nos toca en lugares y formas a través de puntos de vista que no hemos tenido y de emociones que no hemos experimentado, que amplían nuestra mente, nos hacen personas más profundas cuando venimos a la Palabra de Dios, para que seamos más útiles en las manos de Dios y más capaces de conocer y experimentar más de Él.

5) La conciencia de lo que está pasando en el mundo, la cultura y el evangelismo.

Prácticamente obtengo todas mis noticias virtualmente, tanto en relación con el mundo, la nación, el estado, la ciudad, las misiones, el evangelismo, y todo lo demás que hay que saber sobre el mundo, lo obtengo desde Internet. No tengo un televisor. Nunca escucho la radio. Así que las noticias vienen principalmente a través de mi iPad y el iPhone. Así que, por ejemplo, en el desayuno, que por lo general como a solas porque mi esposa no se ha despertado, miro los sitios de noticias para ver lo que ha sucedido en las últimas 24 horas. Miro las páginas de Internet nacionales y miro Star Tribune, el periódico local de Minneapolis. Mi principal uso de Twitter es para recibir, no dar; dejo que las personas se vuelvan mi filtro de lo que tengo que estar mirando.

En otras palabras, yo solía hacer esto pensando que podía suscribirme a suficientes podcasts para estar al tanto de las cosas. Ya no hago eso. Simplemente no es viable para mí. Necesito personas como Justin Taylor; podría nombrar una media docena de personas que tuitean cosas con las que se han tropezado de alguna manera. No sé cómo lo hacen, pero encuentran cosas importantes. Y hacen que yo las encuentre. Y así voy allí, y si parece que tengo que leer para saber qué está pasando, entonces lo hago. Me suscribo a algunas revistas. Y las leo tanto en papel como en línea, lo que parezca más fácil en ese momento.

Y rápidamente, solo un par de cosas más. Hay un uso que se me acaba de ocurrir y que tal vez debería incluir. Tengo una carpeta en Evernote llamada “poemas en proceso”. Esto no es probablemente algo que todo el mundo hace en Evernote; cuando estoy sentado en el sofá en la noche, Noel y yo allí sentados juntos, tengo una hora antes de ir a la cama y puedo abrir esta carpeta en mi iPad y simplemente trabajar en un poema que ha estado en proceso durante un mes, en el cual estoy tratando de escribir sobre algo. Por lo tanto, es un dispositivo de escritura, así como un dispositivo de lectura.

6) Por el bien de mis relaciones familiares.

Este es el único uso que hago de Facebook. Casi no sigo a nadie o cual sea que sea la palabra, no soy “amigo” de casi nadie. Casi no sé cómo funciona Facebook. Solo sé que tengo familiares que están en Facebook y si pongo su nombre en mi búsqueda de amigos puedo ver lo que están haciendo, y me gusta hacer eso. Ese es mi limitado uso de Facebook: puedo ver lo que mis hijos están haciendo. Y supongo que podría decir más acerca de la preparación de sermones y de “Look at the Book”, y del correo electrónico, y así sucesivamente. Podríamos hacer otro artículo de estos si deseas ser más específico.

Pero tal vez para terminar debo decir que considero mi computadora, que se encuentra delante de mí en mi escritorio, mi iPad y mi iPhone como un increíble regalo de Dios. Me refiero a que casi podría llorar por lo preciado que son para mí. Muchos paganos están detrás de ellos. Lo sé. Y creen cosas que no creo. Sin embargo, por todos los malos usos que se pueden hacer con ellos, para mí son un tesoro de la gloria de Dios. Veo a Dios y aprendo de Él a donde quiera que vaya con estos dispositivos. Las tentaciones de ir a direcciones destructivas son una especie de prueba que, si no las estuviera viendo o siendo tentado para verlas en mi teléfono, habría otra manera en que sería tentado. Por lo cual considero que este tipo de pruebas son un campo de prueba para mi fe y mi santidad, y creo que Dios ha sido muy, muy bueno conmigo y con nosotros en estos días por darnos estos recursos.


Publicado originalmente en Desiring God. Traducido por Addis Alvarez. Crédito de imagen: Lightstock.
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando