A lo largo de este mes hemos aprendido que el evangelio es la buena nueva de quien Jesús es y lo que Jesús ha hecho. Ese es el contenido del evangelio: Jesús y su obra. Pero el libro “El evangelio es” de Cole Brown no termina ahí.
Al meditar en lo asombroso de Cristo y su ministerio a nuestro favor, no podemos evitar preguntarnos por qué. ¿Por qué Jesús —quien es completamente pleno en sí mismo y no necesitaba nada de nadie— moriría en el lugar de pecadores como tú y como yo?
Él lo hizo principalmente para mostrar la gloria de Dios; para poner en alto la misericordia, la gracia, y la justicia del Señor. Pero no lo hizo solo por esta razón. Jesús murió y resucitó para la gloria de Dios y también para el bien del pueblo de Dios. Para nuestro bien.
“Jesús fue tratado como enemigo de Dios para que nosotros pudiéramos ser tratados como hijos de Dios” (p. 66).
A través del evangelio de Jesús, el pueblo de Dios recibe la bendición de ser llamados hijos de Dios, de ser transformados a la imagen de Dios, y de ser residentes de la eterna ciudad de Dios.
“Todas estas cosas están disponibles por el evangelio, y son dadas como un regalo gratuito a todos los que responden a él en fe” (p. 73).
Quien Jesús es y lo que Jesús ha hecho no es simplemente información interesante de algo que sucedió hace mucho tiempo y no tiene nada que ver con nosotros. Quien Jesús es y lo que Jesús ha hecho es una buena nueva que afecta profundamente todo en nuestras vidas.
Arrepiéntete y cree
Todo esto suena maravilloso, porque lo es. Es increíblemente maravilloso. Y al aprender estas gloriosas verdades no podemos evitar preguntarnos, “Bueno, ¿pero qué hago ahora?”. Afortunadamente, la respuesta es sencilla: arrepiéntete y cree.
“Las buenas nuevas del evangelio no son la clase de noticias que puedes escuchar y seguir con tu vida normal. El evangelio demanda una respuesta” (p. 75).
La respuesta que este mensaje demanda es la misma para cualquier persona; para creyentes y no creyentes. Dios pide que respondamos a las buenas nuevas de quien Jesús es y lo que Jesús ha hecho con arrepentimiento y convicción.
Es es el resumen de la vida cristiana. Nos volvemos a Dios apartándonos de nuestra idolatría (arrepentimiento) y al confiar nuestra vida entera a Él (convicción).
“Aquellos que eligen responder de esta manera son inmediatamente transferidos de muerte espiritual a vida espiritual, y son hechos parte de una nueva comunidad con una nueva misión: extender el evangelio” (p. 79).
Ahora que entendemos mejor lo que el evangelio es, es hora de proclamarlo a donde quiera que vayamos.
