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En el libro Every Good Endeavor (Todo buen esfuerzo), Tim Keller dice que los cristianos deben ser diferentes a los no creyentes en el trabajo. Esto es a menudo más fácil decirlo que hacerlo, por supuesto. Pero cultivar vidas “atractivamente distintas” es esencial para nuestro testimonio público.

Impulsados ​​por una visión única de la humanidad y un amor arraigado en la sabiduría de la cruz, podemos destacar en el trabajo en al menos cuatro maneras.

1.  Ser conocidos por ser justos, interesados, y comprometidos con los demás.

Ya que somos impulsados ​​por el amor del Padre, y a través de Jesús somos aceptos por Él, podemos ser conocidos como justos, como personas que se preocupan y se comprometen con los demás. Puesto que conocemos las profundidades de nuestro propio pecado y la magnitud de la gracia de Dios para con nosotros, podemos estar listos para perdonar y reconciliarnos con los demás (Mt. 6:12; Ef. 4:32).  

Incluso podemos tomar riesgos para el beneficio de los demás. Keller cuenta la historia de una joven que visitó su iglesia. Todavía no abrazaba el cristianismo, pero estaba interesada en aprender más debido a una interacción que tuvo con su jefe. Keller recuerda:

Ella trabajaba para una empresa en Manhattan, y poco después de haber comenzado allí cometió un gran error que pensó le costaría el trabajo, pero su jefe fue a su superior y asumió la responsabilidad completa por lo que ella había hecho. Como resultado, él perdió parte de su reputación y capacidad de moverse dentro de la organización. Ella se sorprendió de lo que él había hecho y fue a darle las gracias. Le dijo que a menudo había visto a supervisores tomar crédito por lo que ella había logrado, pero que nunca había visto a un supervisor asumir la culpa por algo que ella había hecho mal. Quería saber qué lo hacía diferente. Él era muy modesto y desviaba sus preguntas, pero ella insistió. Finalmente, le dijo: “Soy cristiano. Eso significa, entre otras cosas, que Dios me acepta porque Jesucristo tomó la culpa por las cosas que he hecho mal. Lo hizo en la cruz. Es por eso que tengo el deseo y algunas veces la capacidad de asumir la culpa por los demás”. Ella lo miró por un momento y preguntó: “¿A qué iglesia asistes?”.

2. Ser conocidos por ser generosos.

Dependiendo del contexto y la oportunidad, la generosidad en el trabajo puede expresarse de diferentes maneras. Los gerentes pueden ser generosos a través de sus consejos, accesibilidad, e inversión en las personas. Todos podemos ser generosos con nuestro tiempo y dinero, compartiendo nuestros recursos sacrificialmente. Los propietarios de pequeñas empresas pueden obtener menos beneficio personal para poder beneficiar a sus vecinos, clientes, y empleados. Tegu, por ejemplo, es una compañía de juguetes de madera fundada por Will y Chris Haughey. Impulsados ​​por su fe cristiana, ellos intencionalmente toman márgenes de beneficio menores para beneficiar al pueblo de Honduras, lugar donde su madera es talada, y así crear un programa de ahorro para los empleados.

También podemos mostrar generosidad a nuestros colegas amándolos fuera del trabajo, cocinando una comida para ellos si tienen un bebé, asistiendo a un funeral si pierden a un ser querido, yendo a cenar con ellos si están teniendo un problema, uniéndose a su equipo en algún deporte, o asistiendo a su boda. La generosidad durante las horas después del trabajo es un testimonio de amor el cual demuestra que ves a tus compañeros como personas completas, no simplemente como colegas productivos.

3. Ser conocidos por tener calma y equilibrio ante la dificultad o el fracaso.

“Esta puede ser la manera más contundente de juzgar si una persona está aprovechando los recursos del evangelio en el desarrollo del carácter personal”, dice Keller. Si nuestro jefe nos pasa por alto para un asenso, no conseguimos el bono que esperábamos, o un colega es colocado en el equipo que queríamos estar, cómo respondemos revela dónde hemos colocado nuestra esperanza e identidad. Keller escribe: 

Para muchas personas, la posibilidad de un retroceso en su carrera o el fracaso en los negocios es una gran lucha. Cuando nuestro significado en la vida e identidad están en juego, entramos en pánico, a menudo actuando impulsivamente, y a veces encontrándonos capaces de mentir y traicionar a otros para salvarnos a nosotros mismos. O simplemente nos sumimos en la desesperación. Pero Jesús dice, más bien, “Acumulen tesoros en el cielo” (Mt. 6:20). ¿Qué significa eso? Pablo nos dice que en Cristo están escondidos todos los tesoros (Col. 2:3), y Pedro dice que Jesús fue rechazado por nosotros, muriendo para tomar lo que nosotros merecíamos, y por tanto “para ustedes los que creen, [Él] es precioso” (1 Pe. 2:7). Esto no es simple retórica o teología abstracta. La Biblia esta diciendo: eres realmente rico solamente si Jesús es tu tesoro, porque Él es la única moneda que no se devalúa. Y eres verdaderamente exitoso solamente si Él es tu salvador, porque el estatus con Él es el único estatus que no se puede perder.

Como cristianos lloramos, pero no como aquellos que no tienen esperanza (1 Tes. 4:13). Podemos sonreírle al futuro (Prov. 31:25) porque sabemos que, por muy sombrías que parezcan las cosas, Dios no abandona a su pueblo. Él tiene planeado el mañana (Mt. 6:34). 

4. Ser conocidos como auténticos e integrados.

Algunos cristianos no son abiertos acerca de su fe en el trabajo. Otros hablan de ello todo el tiempo, pero actúan y hablan de maneras que marginan a los no creyentes.

Debemos, por supuesto, ser sabios sobre cómo compartimos la razón de nuestra esperanza cuando estamos en el trabajo. Pero permanecer en silencio no es una opción. Si queremos ser personas auténticas, debemos traer todo nuestro ser al trabajo. Keller da el siguiente ejemplo:

Conozco a un hombre que comenzó un negocio hace algunos años basado en la idea de que en un sector de servicios financieros, los proveedores de un producto utilizaban la complejidad de los instrumentos y la ignorancia de los consumidores para mantener los precios altos. Él creía que una nueva empresa, siendo más transparente con los clientes, podría ofrecer precios más bajos y un mejor servicio, no solo teniendo como resultado una ganancia saludable, sino también ayudando a traer reforma e integridad a un campo que tanto lo necesitaba. Cuando presentó su idea a posibles socios y empleados, alcanzó un equilibrio notable. Dijo que la nueva empresa sería impulsada por valores, y expuso esos valores. Hizo hincapié en que estaba comprometido con estos valores no solo porque atraería clientes e impulsaría los ingresos, sino también porque era lo correcto. Dijo que estos valores surgieron de su propia fe cristiana, pero añadió rápidamente que sin importar las creencias de los demás, si estaban comprometidos con los mismos valores, eran socios iguales. Este es un excelente ejemplo de cómo ser abiertos sobre la fe, y sin embargo, no excluyentes o sectarios al respecto.

Como cristianos, podemos aprovechar cada oportunidad para dar testimonio de la compasión, la generosidad, la constancia, y la autenticidad de Jesús. Y cuando nosotros, como pecadores, fallemos inevitablemente en exhibir su plenitud, que podamos también ser personas que busquen rápidamente el perdón de los demás y de Dios, sabiendo que nuestra justicia se encuentra solamente en Cristo.


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Jenny Midence-García.
Imagen: Lightstock
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