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Nota del editor: 

En Coalición por el Evangelio, y en The Gospel Coalition, tenemos diferentes posturas escatológicas. Todos afirmamos a gran voz ¡Maranatah!, y sabemos que el Señor regresará de manera visible y corpórea, pero diferimos en nuestra interpretación de los detalles de esta segunda venida. En este escrito encontrarás una postura sobre el rapto que tiene validez y de la cual todos podemos aprender –más en el contexto hispano que es eminentemente dispensacionalista– pero no representa lo que todos creemos dentro de la Coalición.

El pasado fin de semana se lanzó en los cines estadounidenses el thriller escatológico “Dejados Atrás” (Left Behind). Se une a la oleada de películas cristianas que han salido este año: Hijo de Dios (Son of God), Dios No Está Muerto (God’s Not Dead), El Cielo es Real (Heaven is for Real), y Noé (Noah). Bueno, mejor no contemos a Noé.

Esta última película, Dejados Atrás, se destaca entre su grupo, no solo porque el actor principal es Nicholas Cage, ni porque está basada en la exitosa serie de novelas “Dejados Atrás” de Tim LaHaye y Jerry Jenkins. Posiblemente más que las otras películas, “Dejados Atrás” captura la imaginación del creyente porque retrata un evento futuro que cambiará al mundo: el rapto, ese momento en que de repente Cristo arrebatará hacia el cielo a todos los cristianos, años antes de su esperada Segunda Venida.

Según dijo el productor y escritor Paul Lalande, “Es una película basada en la Biblia, es una historia bíblica, es una historia real: solo que no ha pasado todavía”. Esto provoca la pregunta: ¿cómo será cuando de repente todos los cristianos desaparezcan? ¿Qué tan cerca estamos del rapto? ¿Seré arrebatado o dejado atrás?

Pero hay otra pregunta que debemos hacernos; una que te puede sorprender: “¿Enseña la Biblia algo sobre el rapto?”. Puede resultarte chocante el saber que hoy en día hay muchos cristianos, creyentes en la Biblia, que dudan del rapto, y que muchos otros cristianos a través de la historia ni siquiera han escuchado hablar del tema.

Una breve historia del rapto

La doctrina del rapto surgió a principio de siglo XIX con las enseñanzas de John Nelson Darby (1800–1882). Darby fue uno de los líderes del Movimiento Plymouth Brethren, y sus enseñanzas fueron conocidas como “dispensacionalismo”.

El dispensacionalismo de Darby distinguía drásticamente entre Israel y la Iglesia. Creía en Israel como terrenal, y en la Iglesia como celestial. Dios tenía dos pueblos y un plan distinto para cada uno. Por tanto, Darby entendía que las profecías del Antiguo Testamento aplicaban solamente a Israel, el pueblo terrenal de Dios. En vez de “espiritualizar” estas profecías, él esperaba un cumplimiento literal de las promesas de Dios para el Israel literal. Entonces, según el pensamiento dispensacional, ¿cuándo cumpliría Dios sus promesas a Israel? Durante el milenio (Ap. 20:1-8), luego de la Segunda Venida de Jesús.

Por tanto, para que Dios pudiera retomar los planes que El tenía para Israel, según creía Darby, primero Dios tendría que remover a la Iglesia del mundo. De ahí vino la necesidad del rapto. Darby había propuesto algo nuevo: el retorno de Jesús en dos etapas. Primero Jesús vendría a “arrebatar” a la iglesia, y luego volvería en su gloria visible1.

La ideas de Darby se esparcieron rápidamente, en especial en los Estados Unidos. El sistema dispensacional, incluyendo el rapto, fue diseminado a través de conferencias proféticas y recibió el apoyo de evangelistas como D. L. Moody y Billy Sunday. Pero el impulso más significante de las enseñanzas de Darby vino de la Biblia Anotada de Scofield (Scofield Reference Bible). El trabajo de Scofield se convirtió en el estándar en inglés para los fundamentalistas, creyentes de la Biblia, de inicios del siglo XX; y en el proceso expuso a miles de lectores al rapto a través de sus comentarios y notas influenciadas por el dispensacionalismo.

La doctrina del rapto continuó ganando auge en la segunda mitad del siglo XX, y el advenimiento del Israel moderno en 1948 parecía una clara señal de que Dios retomaba sus planes para Israel. ¡El rapto debe estar cerca! Libros como “La Agonía del Viejo Planeta Tierra” (The Late Great Planet Earth) de Hal Lindsay y películas como “Como Ladrón en la Noche” (A Thief in the Night) popularizaron aún más las enseñanzas dispensacionalistas. Y también está la serie de novelas “Dejados Atrás”, que han vendido millones de copias y han capturado la imaginación de una nueva generación.

El surgimiento y esparcimiento de la doctrina del rapto es una historia sorprendente. En solo un siglo y medio, un doctrina antes desconocida se ha convertido en una esperanza escatológica primaria para millones de personas.

¿Está el rapto en las Escrituras?

En última instancia, debemos evaluar las doctrinas no a través de la historia de la iglesia, sino a través de las Escrituras. El hecho de que el rapto y el dispensacionalismo sean las tendencias de moda en el mundo de la escatología no significa necesariamente que sean falsas. Generaciones anteriores pudieron haber mal interpretado la Biblia. Como Protestantes, nos aferramos a las Escrituras como autoridad, no a la tradición de la iglesia.

Pero el rapto enfrenta retos bíblicos también. No hay textos bíblicos que explícitamente enseñen nada similar a la Segunda Venida de Jesús en dos etapas. Pasajes que supuestamente describen el rapto pudieran fácilmente referirse a la gloriosa Segunda Venida, y de hecho, han sido interpretados de esa manera a través de toda la historia de la iglesia.

Por ejemplo, el Nuevo Testamento advierte repetidamente que Jesús volverá repentinamente como “ladrón en la noche” (ej. Mateo 24:42-44; 1 Tesalonicenses 5:2; 2 Pedro 3:10). Muchos leen estos pasajes como descripciones del regreso de Jesús en el rapto posible en cualquier momento. Sin embargo, en cada uno de ellos el contexto parece indicar que venida de la que se habla es la Segunda Venida pública, triunfal y gloriosa de Cristo en el Día del Señor (ej. Mateo 24:30–31; 1 Tesalonicenses. 4:16; 2 Pedro. 3:10-13).

Y luego tenemos las advertencias de Jesús diciendo que en su regreso “estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada” (Mateo 24:30-31). ¿No describe esto el rapto? Dos personas están en el carro una será arrebatada; la otra, dejada atrás. De ahí viene una famosa calcomanía para carros que dice, “En caso del rapto, esté carro quedará sin piloto”.

Pero de nuevo, la “venida” de Jesús a arrebatar a su pueblo (Mt. 24:39) ya ha sido identificado en el contexto inmediato como su gloriosa venida (Mt. 24:30-31), sin ninguna otra aclaración textual de que habrá otra venida. Además, la analogía del Antiguo Testamento de Noé y el diluvio sugiere que esos “arrebatados” son realmente aquellos arrastrados por el juicio (Mt. 24:39).

Mientras puede ser posible que estos textos y otros sí describan un rapto aparte del regreso de Jesús, no está claro, y es improbable. Repito, parte de lo que mueve la doctrina del rapto es la función que ocupa en el dispensacionalismo clásico de separar la obra actual de Dios en Israel con la de la iglesia.

¿Debe un cristiano ver la película “Dejados Atrás”?

Siendo honesto, no he visto la película “Dejados Atrás”, y probablemente no la vea. La estoy evitando mayormente por las malas críticas que le han dado y porque no quiero invertir mi tiempo en exponerme a un arte potencialemnte malo. Pero de una manera más general, ¿qué deben hacer los cristianos ante películas o libros basados en la teoría del rapto?

Mira, lee y escucha lo que quieras, pero sé cauteloso.

Sé consciente del trasfondo histórico y los retos bíblicos que rodean la doctrina del rapto. No solo asumas que es verdad por el efecto emocional presentado en una película o libro. Así como no construimos nuestras creencias en la tradición de la iglesia, tampoco debemos construir nuestras creencias basados en películas o novelas.

Y ten pendiente que el rapto es una de esas “doctrinas secundarias” sobre las cuales los cristianos pueden estar en desacuerdo. Me entristece pensar que hay iglesias y cristianos que se dividen por este tema. Si eres un escéptico del rapto (como lo soy yo, si no te has dado cuenta), ¿te molestarás si estás equivocado y eres arrebatado? “Ey, Jesús, ¿por qué me arrebataste? ¿¡No leíste mi artículo en Coalición por el Evangelio!?”.

Si por otro lado eres un fanático del rapto, ¿dejarás de seguir a Jesús si las cosas se deterioran, vienen persecuciones y sufrimientos y tienes que padecerlas?

Finalmente, evalúa dónde está tu esperanza. Mientras vas por la vida quejándote de este mundo colmado de pecado, deposita tu esperanza en la segunda venida de Jesús, no en una posible teoría de cómo Él vendrá. Claro que aquellos que creen en el rapto también creen en que Jesús volverá, pero cuando hablo con estas personas a veces siento que su consuelo en verdad está en saber que serán arrebatados antes de que el mundo caiga el caos total.

Recuerda, la gloriosa esperanza de la iglesia siempre ha sido el regreso triunfante de Cristo. No importa cómo marques los acontecimientos finales de tu línea del tiempo, ojalá que Cristo ocupe en centro de ella.


1 El dispensacionalismo es un sistema de interpretación increíblemente complejo, y este breve resumen no le hace justicia. Ni he tocado las formas en que el dispensacionalismo ha crecido y cambiado al pasar de los años. Puedes encontrar un breve, útil y conciliador resumen y crítica del dispensacionalismo en el libro “Entendiendo el Dispensacionalismo (Understanding Dispensationalism) por Vern Poythress.

Este artículo fue publicado originalmente el 9 de octubre 2014 en The Gospel Coalition. Traducido por Gittel Estevez-Michelen.
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