Si pudiera elegir un curso más para el entrenamiento y preparación ministerial, sería “Liderazgo valiente”. He oído de tantos pastores y personal de la iglesia que están bien capacitados en las disciplinas clásicas, pero mal preparados para el mundo real del ministerio en la iglesia.
No cabe dudas, a través de la historia de la iglesia han habido momentos más difíciles para los pastores que hoy, liderar una iglesia hoy es mucho más complicado que hace 20 y 30 años. Han habido algunos cambios demográficos y culturales que reflejan esta realidad. Pero algunos de los retos solo pueden ser entendidos en el contexto de la guerra espiritual.
Así que, ¿cuáles son algunas de las razones específicas de porqué los pastores y líderes de iglesias deben ser más valientes hoy? Aunque mi lista está lejos de ser exhaustiva, permítame nombrar seis de los factores clave.
- Han habido cambios dramáticos en la cultura, la mayoría de ellos opuestos al cristianismo bíblico. Los líderes de la iglesia ya no pueden asumir que los valores bíblicos son normativos en la cultura de hoy. Por el contrario, muchas de las costumbres culturales son contrarias a la verdad cristiana. El pastor debe ser firme en este ambiente antagónico sin dejar de ser pastoral y compasivo.
- La posición de pastor ya no es tenida en alta estima en muchas comunidades. Cuando yo era pastor en los años 80 y 90, podía contar con cierto nivel de respeto por parte de los miembros de la comunidad a causa de mi vocación. Por lo general, ese ya no es el caso en la actualidad.
- Los críticos de la iglesia pueden ser atroces. ¿Te has dado cuenta de que, en toda la Biblia, el mayor daño a una comunidad de fe viene de la discordia entre los creyentes? La oposición desde el exterior es un reto; la disensión desde el interior puede ser devastadora. ¡Y los críticos de la iglesia hoy en día parecen haberse vuelto salvajes!
- Los pastores deben empujar contra la mentalidad del “yo” de muchos miembros de la iglesia. Por razones que he observado durante años, muchos de nuestros miembros de la iglesia ven la membresía de la iglesia como equivalente a la membresía de un club campestre. Es decir, ellos pagan y obtienen sus beneficios. Los pastores que empujan contra esta mentalidad dominante y no bíblica a menudo lo hacen a un gran costo.
- Los buenos líderes de la iglesia deben decir “no” a menudo. Los mejores líderes de la iglesia dicen “no” a lo bueno para poder decir “sí” a lo mejor; pero los que reciben un “no”, no suelen recibirlo bien.
- En última instancia, el liderazgo de la iglesia es una guerra espiritual. Pablo no deja ninguna duda a esta realidad en Efesios 6:13: “Tomen toda la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes”. Los pastores y líderes de la iglesia están verdaderamente involucrados en la guerra espiritual. Deben tener valentía, una valentía que solo puede venir de Dios.
No estoy seguro acerca de la mentalidad de Josué antes de liderar al pueblo de Dios hacia la tierra prometida, pero parece que él necesitaba una dosis extra de valentía. Repetidamente en Josué 1, Dios le dice: “Sé fuerte y valiente…” (Josué 1:6).
Los líderes de la Iglesia necesitan ser recordados de la necesidad de la valentía para hoy. Servir como pastor es un trabajo imposible sin la fuerza y valentía que solo viene de Dios.
Miembros de la iglesia: ¿puedo animarlos, incluso exhortarlos, a orar para que sus pastores y líderes de iglesias tengan el valor que necesitan para liderar las iglesias de Dios?
