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La biblia es uno de los libros más diversos en la historia de la humanidad. Tiene 66 libros de autores diferentes, como reyes, sacerdotes y hombres comunes. Presenta tiempos diferentes, desde el siglo XV antes de Cristo hasta el siglo primero de nuestra época. Tiene géneros literarios diferentes, como poemas, narrativas, proverbios, canciones y parábolas. Ahora, aun con toda esa diversidad, el apóstol Pablo declara que hay un solo autor: Dios (2 Tim. 3:16). Es por esto que, aunque hay muchos temas diversos, tenemos una única autoridad En las Escrituras podemos leer la palabra de Dios, y en ella escuchamos la voz de Dios. La Biblia debe ser, necesita ser, nuestra fuente de autoridad para nuestra entendimiento de Dios y su obra. Podemos ver esta doctrina expresada en diversas maneras, pero podemos resumirlo en que “la Biblia es la palabra autorizada de Dios”. No una palabra autorizada de Dios, sino la palabra autorizada. ¿Cómo podemos aplicar esta doctrina? Hay muchas implicaciones y consecuencias, pero una pregunta importante es: ¿hay un método bíblico para leer la biblia? Hay muchas respuestas posibles. Podemos leerla como una fuente de inspiración: un versículo cada día para ayudar mi vida. O como un libro de sabiduría: una guía para nuestra vida. Podemos acercarnos a ella como una colección de anécdotas, que nos animan o nos corrigen. Pudiéramos leerla como un texto sencillo, que necesitamos “re-interpretar” para nuestro mundo moderno. Hay muchas opciones, pero, ¿hay una opción “bíblica”?

El método bíblico de estudio bíblico

Para contestar esta pregunta necesitamos investigar la Biblia, porque en sus paginas podemos hallar la repuesta. En el capítulo 24 de Lucas, Jesús nos enseña cómo debemos leer la Biblia. El contexto de Lucas 24 es que estamos andando con los discípulos después de la muerte de Jesús. Podemos escuchar y entender los comentarios de Cleofás, que ha escuchado la noticia de las mujeres de que el cuerpo de Cristo no está en la tumba, pero él y los otros discípulos continúan en su desánimo y desaliento. Tuvieron esperanzas, expectativas y sueños por el reino de Dios y la vida nueva bajo la autoridad del Señor Jesús. Y ahora, después de los eventos de los últimos 3 días, estas esperanzas han muerto con Jesús. Pero, en el camino a Emaús, sin ellos darse cuenta, Jesús está con ellos. Cleofás da un resumen de los eventos de último minuto en Jerusalén, y su situación y pensamientos son obvios. Los lectores, nosotros, sabemos que Cleofás está platicando con Jesús, pero él no tiene ni la menor idea. Obviamente, hay muchas cosas que Cleofás, los discípulos y los lectores necesitan entender, pero la manera en que Jesús comienza su explicación es muy interesante.

“¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!”, Lucas 24:25.

Él no les dice: “¡Mira, soy yo!” ¡No! Él dice “Tienes el antiguo testamento, ¿cuál es el problema?” Y después de una pregunta sobre la necesidad de los eventos de los últimos 3 días (v28), Él comienza a enseñarles. ¿Cómo?

“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían”, Lucas 24:27.

Jesús les da una clase de Antiguo Testamento 1, pero con un punto de diferencia. Él dice “soy el maestro, el clímax y el cumplimiento de la clase”El maestro dice “Necesitas leer y entender el Antiguo Testamento con un aspecto adicional – en mi vida, mi ministerio, mi muerte y resurrección, el Antiguo Testamento se cumplirá”. Este tipo de clase podemos verla otra vez en Lucas 24:44-46. De hecho, podemos verla muchas veces en los evangelio. En muchas ocasiones Jesús explica su misión de las palabras del Antiguo Testamento (por ejemplo, Lucas 4:21). ¿Cuál es su punto? Que la Biblia no es una colección de historias y proverbios y salmos y eventos sin conexión o propósito unificado. No, hay un propósito: Él. Por eso, cuando estamos leyendo una parte de la Biblia, necesitamos leerla en el contexto de Jesús. Los teólogos tienen un frase para describir este método de la interpretación de la biblia: la teología bíblica. Este concepto enseña que la Biblia es una historia con el foco y clímax en la persona y obra de Cristo. Varios autores han desarrollado este concepto, por ejemplo, “El gran panorama divino” por Vaughan Roberts, “Evangelio y Reino” yCómo predicar de Cristo usando toda la Biblia” por Graeme Goldsworthy. Sin embargo, la teología bíblica no es un concepto moderno, una invención de Roberts o Goldsworthy. Es el método que Jesús usó para leer y enseñar la Biblia. Nosotros debemos considerar cómo estamos leyendo y enseñando la Biblia. Hay muchas opciones, pero en la mente de Jesús, solo hay un método.

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