La Iglesia en el Siglo XXI es una serie de entrevistas con los charlistas, conferencistas, y pastores para tratar temas del ministerio pastoral, la plantación de iglesias, y la importancia de crear alianzas evangélicas en el siglo XXI.
Hace más de 10 años, Don Carson y Tim Keller iniciaron una serie de conversaciones sobre cómo podían proveer un espacio para presentar todo el consejo de Dios de una manera balanceada y centrada en el evangelio para la Iglesia en el siglo XXI. Estas conversaciones eventualmente resultarían en un ministerio llamado The Gospel Coalition, y varios años después, en su brazo hispano, Coalición por el Evangelio.
El 12 y 13 de abril tomará lugar la primera conferencia de Coalición por el Evangelio, Pastoreando en el siglo XXI, y es en esta ocasión que queremos regresar a esa primera conversación y tratar con temas del ministerio pastoral, la plantación de iglesias, y la importancia de crear alianzas evangélicas en el siglo XXI.
Don Carson es el profesor de Nuevo Testamento en el seminario Trinity Evangelical Divinity School y junto a Tim Keller, confundador de The Gospel Coalition. Él ha escrito una gran cantidad de libros, entre ellos el libro devocional Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. Tuve la oportunidad de corresponder con Don Carson acerca de la relación entre The Gospel Coalition y Coalición por el Evangelio, y el por qué de crear alianzas centradas en el evangelio.
¿Por qué quiere TGC hacer una conferencia para la iglesia de habla hispana?
The Gospel Coalition está profundamente comprometido a exponer el evangelio de Jesucristo, y a éste crucificado. No creemos que el evangelio sea una pequeña parte de la Biblia, sino el mismo centro de la Palabra de Dios; tampoco pensamos que el evangelio sea eso que nos inclina hacia el reino, y que va luego seguido de un montón de cursos de discipulado sin conexión con el evangelio, sino que pensamos que es el poder de Dios para salvación. No creemos que el evangelio sea una opción adicional para los buenos cristianos, sino que creemos que es aquello que trae gloria a Dios en Cristo y en la iglesia comprada con Su sangre. Este evangelio no es solamente para los anglosajones. ¿Cómo podría serlo, cuando es el único mensaje por el cual los hombres y mujeres de cualquier lugar pueden salvarse? El mundo de habla hispana necesita este evangelio tanto como el mundo de habla inglesa. Todos somos necesitados de la gracia de Dios. Para The Gospel Coalition, restringir su misión a las personas de habla inglesa sería algo insoportablemente egoísta. Como Pablo, nos vemos a nosotros mismos como deudores. Una conferencia de habla hispana es solamente un paso que queremos tomar para animar a nuestros hermanos y hermanas hispanohablantes en Cristo con la misma responsabilidad para promover el evangelio que todos tenemos.
Uno de los temas de la conferencia es el rol de las alianzas por el evangelio. ¿Por qué es este un tema de importancia para la Iglesia an América Latina?
Una alianza que cruza las barreras denominacionales y étnicas, pero que se reúne alrededor de las verdades y las prácticas del evangelio, trae con ella la fuerza de los números, de una visión compartida, del animarnos mutuamente, y de la dedicación compartida hacia el Salvador y hacia unos a otros. Es un anticipo de la unidad del pueblo de Dios por la que Jesús ora en Juan 17, la cual todos experimentaremos con perfección en el cielo nuevo y la tierra nueva. El corazón del mandato bíblico para el ministerio pastoral aquí y ahora, por supuesto, es la iglesia local. Pero allí donde los pastores y las iglesias pueden trabajar juntos existen cosas que, por la gracia de Dios, podemos lograr y que nunca podríamos abordar solos. Estas cosas incluyen la capacitación, exposición madura, estímulo mutuo, grandes efusiones de adoración conjunta, y aprender unos de otros, para alabanza de la gloriosa gracia de Dios.
¿Qué consejo le daría a un pastor que busca alianzas con otros pastores para el ministerio centrado en el evangelio?
Que forme sus relaciones pastorales más fuertes con aquellos que tienen una comprensión más profunda del evangelio, con aquellos cuyo ministerio está basado profundamente en la Biblia, con los que están apasionados por Dios y su gloria, con los que entienden la cruz y resurrección de Jesús y que toman su cruz y le siguen, con los que, como Jesús mismo, lloran por la ciudad y tienen ansias por ver a hombres y mujeres convertidos.
