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Nuestras madres y abuelas confiaban en sus pediatras para responder las cuestiones acerca de la crianza de los hijos. Sus madres se basaban en la experiencia de sus propias madres y otras mujeres mayores. Ahora, investigar en Internet se ha convertido en una parte integral de la maternidad. ¿Necesitas saber por qué tu hijo moja la cama? ¿Quieres un remedio natural para la dermatitis del pañal? ¿Quieres las últimas investigaciones sobre retrasar la vacunación? Internet tiene respuesta para todas estas preguntas. Demasiadas respuestas, en realidad.

‪Entre sitios web, forums, y grupos de Facebook, las mujeres tienen acceso a datos y asesoramiento para padres como nunca antes. Las madres pueden estar al día con los últimos estándares de seguridad y tendencias en nutrición. Hablan con mujeres de todo el país cuyos niños tienen las mismas dolencias. ¡Incluso pueden conectarse con otras madres en línea durante una alimentación a media noche!

Dada la gran cantidad de información, ¿necesitan aún las mujeres más jóvenes a las mujeres mayores cuando se trata de la maternidad? He visto a la cultura orientada a la investigación sobre la maternidad moderna abrir una brecha entre las mujeres jóvenes y las mujeres mayores. Las mujeres mayores se burlan de las madres jóvenes por estar tan conscientes de la seguridad. Las mujeres más jóvenes rechazan a las mayores porque no conocen las últimas normas de seguridad en asientos de coche, o que indican que el bebé dormirá mejor en su estómago.

‪En Tito 2: 4-5, Pablo ordena a las mujeres mayores a “que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, para que sean prudentes, puras, cuidadosas en casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea insultada”. Las mujeres jóvenes tienen que aprender estas cosas hoy en día de la misma forma como lo hicieron en los días de Pablo. Y las mujeres mayores se tienen que adaptar de forma única para enseñarles.

‪Deja que las mujeres de edad alivien la presión

‪De alguna manera, la investigación se ha convertido en una responsabilidad fundamental de la maternidad. La investigación en Internet, ya sea sobre métodos de parto, ciclos de sueño o tratamientos para la dentición, produce previsiblemente respuestas contradictorias, por lo que inevitablemente genera ansiedad. No puedes seguir el consejo de la comunidad médica y los naturópatas al mismo tiempo, pero tendrás a ambas voces en mente diciéndote que has tomado la decisión equivocada. Si bien una búsqueda honesta de las mejores respuestas impulsa la investigación, también puede hacer que las madres se sientan acusadas por todos los lados.

‪Si miras a través de los forums de Internet para encontrar la manera de proteger a tus hijos y darles un buen comienzo, encontrarás que tu trabajo nunca termina. No serás capaz de complacer a todas las autoridades virtuales en tu vida.

‪En contraste, las mujeres de edad avanzada que han sido madres pueden traer la empatía y la tranquilidad a una mujer joven llena de dudas. Ellas recuerdan lo que era pasar meses sin dormir una noche completa. Ellas pueden asegurarle que su bebé va a dormir con el tiempo, incluso si ese día parece lejano. Pueden decirle que está bien poner un video cuando los niños están enfermos. Madres con experiencia pueden, a largo plazo, poner en perspectiva las decisiones que, en el momento, parecen ser de vida o muerte.

‪Deja que las mujeres mayores te reten

‪¿Qué impulsa a una madre a la investigación exhaustiva en Internet? En primer lugar, el amor por su hijo. Cuando amas a tus hijos, quieres hacer todo lo posible para proteger sus vidas, su salud, y sus corazones. Las madres no eligen amar a sus hijos; simplemente lo hacen. Isaías hizo la pregunta, “¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas?”. La respuesta implícita sugiere que tal cosa sería muy poco natural.

‪Sin embargo, Tito 2 nos dice que hay un aspecto poco natural en el amor a los hijos, uno que necesita ser enseñado. Tal vez es la clase de amor que una madre tiene que mostrar a su hijo cuando su comportamiento le trae vergüenza en público. Tal vez es el tipo que permite a una hija cometer errores a pesar de que, en el corazón, una madre quiera correr para protegerla de las consecuencias.

‪Cuando recibimos solamente consejos virtuales, podemos protegernos de las críticas que golpean demasiado cerca de casa. Pero es posible que necesites a tu propia madre para señalarte que no se disciplina consistentemente cuando estás cansada. Tal vez necesitas un vecino amoroso para decirte que tu hijo ha estado mintiendo. Es posible que necesites al maestro de tu hija para ayudarte a ver que estás poniendo una presión innecesaria sobre ella. Si bien este tipo de observación puede molestar, una mujer mayor sabia puede ayudarte a traer tu insuficiencia ante el Dios de gracia, aun mientras te está ayudando a verla.

‪Internet nos da acceso a una amplia variedad de conocimientos, y puede ser un regalo de Dios. Debemos dar gracias por la riqueza de la red de información sin que sea un sustituto de las relaciones que Dios ha diseñado para enseñarnos a amar. Necesitas una mujer mayor en tu vida para decirte que, contrariamente a lo que dicen por la red, tú no tienes el control de la vida de tu hijo: Dios tiene el control. Y eso es una buena noticia.


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Sandra Merino.

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