¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

Evaluando los eventos objetivamente, creo que es evidente que la incidencia de homosexualidad ha aumentado en los últimos años. Muchos homosexuales afirman que nacieron así, puesto que no recuerdan un tiempo en su vida cuando no sentían la atracción al mismo genero. Los estudios han mostrado resultados contradictorios.

Ya en otro artículo se abordó este tema desde una perspectiva principalmente teológica. Lo que quisiera hacer aquí es abordarlo desde una perspectiva médica. Para eso, necesitamos preguntarnos si la homosexualidad es un estado normal, o si hay algo pasando durante el embarazo, o quizás temprano en la niñez, que está afectando estos individuos.

La importancia del ambiente

A través de la tecnología, hoy podemos reconocer que hay cambios que ocurren en diferente áreas cerebrales para que el ser humano pueda adaptarse a su ambiente. Un estudio de Dinamarca[1]donde el matrimonio del mismo sexo ha sido legal desde 1989, y realizado con 2 millones de adultos— destapó varias factores ambientales específicos que aumentaban la probabilidad de que un individuo buscara un matrimonio del mismo sexo y no del sexo opuesto. Estos factores incluían un nacimiento en un sitio urbano y un padre ausente o no conocido. Esto sugiere que hay algo más que nacimiento.

Un estudio de investigación en Estados Unidos[2] también apoyó una teoría ambiental más que una genética. El factor ambiental más relacionado con la homosexualidad fue el grado de urbanización en la adolescencia. Específicamente, aquellos que vivían en centros urbanos grandes entre las edades de 14-16 años fueron tres a seis veces más probables a involucrarse en comportamiento homosexual que los niños que vivían en comunidades rurales a las mismas edades.

Lo exterior afecta lo interior

Las neuronas cerebrales tienen la capacidad de mandar señales a través de caminos hacia las otras neuronas. Los circuitos usados más frecuentemente se convierten en redes de preferencia, mientras aquellos que no se usan desaparecen. Esto continua ocurriendo durante toda la vida, y sabemos que esta capacidad para el cambio no está solamente en las conexiones sino en la multiplicación de neuronas. Para ser capaz de aprender y recordar lo aprendido, es necesario el crecimiento, modificación y capacidad de podar los caminos a través de las experiencias y los pensamientos que van a regular estos procesos de aprendizaje para adaptarse al ambiente. ¡Los pensamientos y las experiencias están cambiando la estructura cerebral! Esto da un significado más profundo a la expresión “Las ideas tienen consecuencias” de Richard Weaver.

Dios ha hecho el cerebro en una forma tal que es capaz de adaptarse al ambiente, para poder vivir en harmonía con dicho ambiente. El cerebro tiene la capacidad de cambiar al nivel celular con cualquier cosa que se hace repetitivamente, especialmente si es algo placentero, como la actividad sexual. Como estos cambios para la adaptación son dinámicos y continuos, posiblemente están comenzando en el estado fetal o en la niñez, y por la gran dificultad en cambiar las redes de preferencia que han sido usadas por mucho tiempo, podemos preguntarnos entonces si esta no es la razón por la que los homosexuales creen que ellos nacieron así.

Úsalo o piérdelo

El Dr. Norman Doidge, un siquiatra e investigador de Canadá, ha documentado en su libro The Brain that Changes Itself (El cerebro que se cambia a sí mismo) sobre personas que han mostrado mejoría en enfermedades que siempre se pensó que era imposible de mejorar. Su teoría es que “las neuronas que se activan juntas, se conectan”. Entonces, en la sexualidad humana, si algo ajeno está asociado con excitación sexual, se hace la asociación; y es razonable pensar entonces que este intenso enfoque sexual sobre alguien del mismo género, repetido frecuentemente, puede sentirse como si la homosexualidad estuviera arraigada en el cerebro.

Basado en este principio, Norman acuñó la frase “úsalo o piérdelo”, como cuando uno está aprendiendo a tocar un instrumento musical. Después de ensayar mucho, lo puedes tocar sin pensar (como en piloto automático), pero con un tiempo de desuso, la habilidad se atrofia. De manera similar, según lo que están mostrando los estudios, se puede extrapolar que con evitar estimulación en un área, y reemplazando la acción con otra acción intensamente y por meses, uno debe ser capaz de cambiar. Esto incluye la orientación sexual.

Núcleo de placer

Las adicciones a las drogas, a la pornografía, a los juegos electrónicos, juegos de apostar y al sexo están usando las mismas áreas cerebrales basadas en aprendizaje por la recompensa: el nucleo accumbens. Este es el centro de placer cerebral, estimulando el aprendizaje por reforzamiento. La hormona dopamina es segregada en el mismo núcleo con la anticipación del placer. Esta es la misma área activada en la relación entre la madre y su bebé, explicando el poder que se produce en el apego.

Es evidente que Dios ha creado un sistema para que podamos disfrutar sus propósitos para nosotros: la intimidad entre esposos y luego con sus hijos. Cuando una persona distorsiona el uso de estos centros con placeres dañinos, la misma adaptación intrínseca que tenemos para llevar a cabo el plan que Dios nos dio se desvía, produciendo una distorsión en la belleza del plan de Dios y una esclavitud a la distorsión.

Hay esperanza

Como los pensamientos pueden formar las redes de preferencia, Él dio instrucciones claras sobre la vida mental “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad” Filipenses 4:8. Su instrucción parece radical pero es cada vez más evidente que Él conoce cómo funciona nuestro organismo. Él conoce los detallitos de nuestra mente mejor que nosotros, y sabe nuestra capacidad de esclavizarnos: ¿No sabéis que cuando os presentáis a alguno como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia?” Romanos 6:16.

Hoy esto es más importante que nunca. Nuestras culturas están encaminando hacia la destrucción y nosotros tenemos la luz y la verdad. Estamos viendo Efesios 4:19 en acción “y ellos, habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas”. Pero tenemos el mensaje que puede transformar. Sabemos que “si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas”, 2 Corintios 5:17. La Palabra de Dios habla de la posibilidad de cambiar (1 Corintios 6:9:11). El evangelio también es buenas nuevas para los homosexuales. En el amor de Cristo, vivamos y prediquemos el evangelio a una generación que está corriendo hacia el infierno.

 


[1] (Frisch, M. & Hviid, A. (2006). Childhood family correlates of heterosexual and homosexual marriages: A national cohort study of two million Danes. Archives of Sexual Behavior, 35, 533-547.

[2] Lauman, E.O., Gagnon, J.H., Michael, S. (1994). The social organization of sexuality: Sexual practices in the United States. Chicago: University of Chicago Press

Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando