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‪Facebook, madres, y el Último Día‬

Lo admito. Facebook es a menudo mi línea comunicación con el mundo exterior. Soy una ama de casa con tres niños pequeños, incluyendo una bebé en período de lactancia. Paso la mayor parte de mi tiempo entre las cuatro paredes de mi casa cuidando a mis hijos, manteniendo la casa en orden, y asegurándome de que todo el mundo está alimentado y saludable.

Es un trabajo de ensueño en muchos aspectos, pero también requiere diariamente morir a sí misma. Las amas de casa no llegan a comer cuando quieren o lo que quieren, no toman una ducha en el momento en que lo desean, ni tienen un momento de silencio cuando lo quieren. Las relaciones con otras mujeres son un reto debido a los horarios de lactancia y demandas regulares. Por lo tanto, muchas mujeres recurren a las redes sociales como medio de preservar la amistad y mantenerse conectadas.

¿Son Twitter y Facebook malos? La mayoría estará de acuerdo en que son inferiores a la comunicación cara a cara, pero ¿deben las madres tenere una mala reputación por su tanto frecuentar las redes sociales? Creo que la respuesta tiene dos partes.

Aspectos positivos

“Entonces, ya sea que coman, que beban, o que hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios”, 1 Corintios 10:31.

Echemos un vistazo a algunos aspectos positivos de las redes sociales. En primer lugar, la oración puede ser solicitada en cuestión de segundos. Grupos de Facebook privados han sido vitales para mi círculo de amigos de la iglesia. Nunca he orado más por mis amigos de la iglesia que ahora, gracias a un acceso constante a sus peticiones. Algunos amigos no pueden verse entre sí a menudo lo suficiente como para entrar en el meollo de sus necesidades de oración, pero pueden compartir en línea todos los días.

Las redes sociales son también un medio fácil de recibir gran aliento espiritual. No es raro para una madre que acaba de perder los estribos con sus niños traviesos abrir su computadora y ver un artículo compartido sobre las madres, la ira y el evangelio. Las redes sociales están llenas de artículos alentando a las madres en la importancia de su papel en el hogar. Sermones, enlaces y versículos de la Biblia llenan las páginas en hogares en los que de otra manera no se considerarían. El Señor usa a otros para hablar directamente a las madres a través de los mundos imperfectos de Facebook y Twitter todos los días.

Por último, es fácil para las mamás ocupadas mantenerse en contacto con amigos cristianos fuera de la prisa de los domingos en la mañana. El acceso a las fotos de familia, actualizaciones y charlas rápidas pueden ser vitales en la vida solitaria de las mamás. Hebreos 10:24-25 dice: “Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca”. El reunirse físicamente es importante. Sin embargo, el estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras a veces se ve diferente a las reuniones en un café, y el estimularnos puede lucir diferente a orar juntos en el vestíbulo de la iglesia.

Estos factores demuestran que sí se pueden usar las redes sociales para la gloria de Dios.

Aspectos negativos

“No estés con los bebedores de vino, ni con los comilones de carne, porque el borracho y el glotón se empobrecerán, y la vagancia se vestirá de harapos” , Proverbios 23:20-21. 

Mientras Proverbios 23 y el resto de las Escrituras no hablan directamente sobre los iPhones y Twitter, creo que sí muestran consecuencias para ambos. El vino y la carne son agradables, pero el consumo excesivo de cualquiera es pecado. Las redes sociales son también una parte agradable de la vida (sobre todo para aquellos que no pueden fácilmente pasar tiempo con sus amigos en persona) pero en exceso puede ser pecaminoso. John Piper lo dijo bien: “Uno de los grandes usos de Twitter y Facebook será probar, en el Último Día, que nuestra falta de oración no fue por falta de tiempo”.

Por ejemplo, si a menudo tuiteas videos virales, pero no has sacado el tiempo para orar, es probable que tu corazón no se haya centrado por completo en Cristo. Si eres adicta a estar revisando tu teléfono a expensas de las personas que están físicamente delante de ti, puede haber un problema de pecado. Algunos sienten la necesidad de inflarse a sí mismos a través del internet, revelando el orgullo y el temor al hombre en sus corazones. Muchas personas pasan su tiempo mostrando sus días a través de selfies. Obviamente, su obsesión no es su Hacedor, sino su propio reflejo.

Una palabra para las madres en lactancia

Como una madre que amamanta, a menudo reflexiono sobre la vida de aquellas madres antes de la llegada del internet. Mamás que oraban por la dulce vida en sus brazos en lugar de perseguir a personas en Facebook que nunca conocerán. Ellas tarareaban canciones de cuna e himnos para llevar esos encantadores ojos a dormir en lugar de andar por la nubes del ciberespacio. Ellas aprendían cada detalle de la cara de sus pequeños y observaban las maravillas de sus movimientos en lugar de aprender de los últimos chismes de celebridades. Dejaban que su bebé sostuviera sus dedos en vez de agarrar sus teléfonos. Se conectaban con su bebé profundamente mientras alababan a Dios por su vida en lugar de escribir mensajes con un dedo a la vez.

¿Este contraste significa que las madres nunca deben usar las redes sociales? ¡Por supuesto que no! Facebook a menudo ilumina mi habitación durante la alimentación de mi hija de las 4:00 A.M. Que este sea un estímulo para tomar algún tiempo en centrarte en tu dulce bebé, porque, en pocas palabras, no serán bebés para siempre.

Facebook y Twitter pueden arroparnos fácilmente. Unámonos como madres cristianas y comprometámonos a usar las redes sociales siempre para dar gloria a nuestro Padre Celestial.


Publicado originalmente para The Gospel Coalition. Traducido por Patrcia Namnún.
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