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No podemos exagerar la importancia de la doctrina de la salvación. Lo que creemos acerca de la salvación revelará lo que creemos acerca de Dios, el pecado, y el evangelio. No creo que encontrarías a un cristiano que diga que la salvación no es importante, sin embargo, los cristianos muchas veces carecemos de una teología bíblica en cuanto a ella.

Como cristianos, debemos tener cuidado de no asumir nuestra doctrina, especialmente a la hora de hablar de la salvación. La misma Biblia tiene bastante que decir al respecto, y hay muchos otros recursos que nos ayudan a estudiar lo que ella dice. Uno de los recursos más recientes es Dios salva pecadores, escrito por el pastor Oskar Arocha y publicado como un Recurso de Coalición por Poiema Publicaciones.

En esta ocasión tuve la oportunidad de comunicarme con Oskar sobre su nuevo libro y la importancia de profundizar en nuestro entendimiento de la salvación.


Gracias por la entrevista, Oskar. Cuéntanos un poco acerca de ti, tu familia y tu ministerio.

La mayoría de la gente me conoce por el testimonio de mis padres. Soy el segundo hijo del Pastor Oscar E. Arocha y Olga Noboa, que sirven en la Iglesia Bautista de la Gracia en Santiago. Ellos fueron llamados por Dios a servir en su Reino tan pronto conocieron la nueva vida en Jesús. ¡Es asombroso, pero ya hace más de 35 años! Cada vez que uso la frase, “hace 30 años”, me doy cuenta que el tiempo ha pasado y que ya me estoy poniendo viejo.

Dios en su misericordia me dio un nuevo corazón a la corta edad de 4 años y a pesar de que en los años de adolescencia la lucha espiritual fue difícil, su gracia me ha mantenido fiel hasta hoy y sé que me llevará hasta el día final. A la edad de 18 conocí a mi complemento, la hermosa Patricia, y nos casamos unos años después. Dios nos ha dado tres creyentes hijas y hace unos días cumplimos 17 años de casados. Desde que recuerdo, Dios ha puesto en mi corazón una pasión por Cristo. Hoy día le sirvo como anciano en la Iglesia Bautista Internacional.

Acabas de escribir el libro “Dios salva pecadores”. ¿De qué se trata y dónde nació la idea para este libro?

Las verdades de la salvación del evangelio de Jesucristo pueden ser resumidas en tres palabras: “Dios salva pecadores”. Los pecadores no se salvan a sí mismos en ningún sentido, sino que la salvación es de principio a fin, íntegra y completa; la salvación es del Señor, a quien le pertenece la gloria por siempre, amén.

Hace unos años vivía en Santiago y daba clases de Soteriología (la doctrina de la Salvación) en la Academia Ministerial de la Gracia. Después de mudarnos a Santo Domingo seguí dando clases en Santiago, pero llegó un momento donde ya no era posible. Cuando me di cuenta que ese momento se acercaba, me comprometí con el seminario de dejar un legado, y de ahí sale la primera idea del libro.

Varios amigos me ayudaron a madurar la idea y llegamos a la conclusión que este libro podría manejar los 20 temas más importantes de la doctrina de la salvación en no mas de 1,000 a 1,200 palabras por tema. Que su contenido fuese profundo, pero sencillo, que el fundamento bíblico fuera exhaustivo, y que la base académica fuese lo suficientemente variada para valorar a los escritores y comentaristas contemporáneos de los últimos 100 años, y aquellos que escribieron antes.

Todo cristiano afirma que la salvación se encuentra únicamente en Cristo. ¿Dónde deja esto al Padre y al Espíritu Santo?

¡Ya veo que me quieres llevar a lo profundo! La redención de los pecadores inicia desde antes del principio y concluye con la maravilla de la gloria venidera, y todos los temas entre estos dos puntos se unen entre sí teniendo a Cristo Jesús como centro unificador. Esos temas pueden ser agrupados en tres grandes secciones: la redención planificada, lograda, y aplicada; planificada por el Padre, lograda por el Hijo, y aplicada por el Espíritu Santo.

Los primeros dos capítulos desglosan la enseñanza bíblica desde el punto de vista de la planificación, mostrando que en la mente de Dios, aun antes que existiera el tiempo, la redención había sido planificada.

Los capítulos 3 al 11 detallan la redención lograda. Esta segunda sección puede ser dividida a su vez en dos subsecciones: la primera que acude al contenido del Antiguo Testamento (capítulos 3 al 7) y la otra que acude al del Nuevo Testamento (capítulos 8 al 11). Desde el punto de vista del AT, el centro siempre fue el Mesías. Desde el punto de vista del Nuevo Testamento, el énfasis se da en el acto histórico de Cristo crucificado en Gólgota como expiación por los pecados y de los resultados completamente logrados: la propiciación, la redención y la reconciliación.

Los capítulos 12 al 20 describen la redención aplicada. Es aplicada porque el Espíritu Santo aplica en los pecadores todas aquellas divinas bendiciones espirituales otorgadas y garantizadas en Cristo. Para todos aquellos por los que Cristo murió en la cruz y logró redención, en un momento de sus vidas, de manera soberana y sobrenatural, el Espíritu aplica estas bendiciones.

Al escribir un libro, hay que limitarse a una cierta cantidad de palabras. ¿Hay algo que hayas tenido que excluir en tu libro, o algo que te gustaría haber explorado en más profundidad?

Para ser honesto, mi anhelo es que el pueblo de Dios este comprometido con la profundidad del conocimiento de Dios, y mas que incluir contenido nuevo, yo hubiese preferido profundizar el mismo contenido. Una de las cosas que le hace falta al libro son las ilustraciones que doy en clases para explicar las proposiciones doctrinales. Con más espacio para escribir, hubiese incluido esas ilustraciones para que a todo lector le sea más fácil unirse a la gran narrativa de la gloria de Dios en Cristo Jesús.

¿Qué fruto esperas que “Dios salva pecadores” tenga en los lectores, y en las iglesias que representan?

Esta introducción a la doctrina de la salvación de Dios es profundamente doxológica, no meramente intelectual. A pesar de que el lector que más se puede beneficiar del contenido es uno que ya tiene algún conocimiento bíblico básico de la salvación de Dios, el propósito más profundo es que en cada capítulo la enseñanza bíblica produzca doxología Cristo-céntrica. Ruego a Dios que a todo lector le suceda tal como le sucedió a Pablo en Romanos 11, esto es, que luego de ser persuadido del conocimiento de Dios y de la gloria de la cruz, estalle como él en alabanzas a Cristo y pueda decir:

¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! Pues, ¿quién ha conocido la mente del Señor?, ¿o quién llegó a ser Su consejero?, ¿o quién le ha dado a Él primero para que se le tenga que recompensar? Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén (Ro 11:33-36).

Gracias por tu tiempo, Oskar.


No dejes de ver esta corta animación sacada de uno de los capítulos de “Dios salva a pecadores”.

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