¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

El año pasado mi esposo y yo nos mudamos a los Estados Unidos, con el propósito de realizar estudios en el Southern Baptist Theological Seminary, en preparación para el ministerio.

Mientras mi esposo realiza su especialidad, yo he estado cursando un programa que el Seminario tiene para las esposas de los estudiantes, Seminary Wives Institute. Una de las tantas áreas en las que me ha ayudado este programa es en conocer más a mi esposo a través de conversaciones que han sido de gran bendición para ambos, propiciadas por diferentes asignaciones de algunas clases.

Una de esas conversaciones tuvo que ver con las necesidades emocionales de cada uno. En una de las clases se nos dio un listado de distintas necesidades emocionales y la descripción de cada una, con el propósito de que identificáramos nuestras cinco principales necesidades y le preguntáramos a nuestros esposos cuáles eran las de ellos, para luego conversar al respecto. Quiero compartir contigo esta lista, y te invito a que puedas hacer lo mismo con tu esposo. Si lo hacen en oración y con el deseo de honrar al Señor con su relación, te aseguro que será de gran bendición para ustedes.


Necesidades emocionales

  • Conversación: Hablar sobre los eventos del día, sentimientos, planes, mostrando interés en los tópicos favoritos de conversación. Usar la conversación para informar, para realmente llegar a conocer y entender, evadiendo la ira o el juicio o el volver a errores pasados. Dar atención individual.
  • Recreación en pareja: Desarrollar un interés en las actividades recreacionales favoritas del otro, tratando de entenderlas y disfrutarlas.
  • Honestidad y apertura: Dar información precisa, expresar sentimientos positivos o negativos, eventos del pasado, eventos diarios, planes para el futuro. No dejar con una falsa impresión, responder preguntas en base a la verdad.
  • Satisfacción sexual: Relación sexual que pueda traer consigo una disfrutable respuesta sexual en ambos y cuya frecuencia sea suficiente para ambos.
  • Atractivo físico: Presentarte de una manera que tu pareja pueda encontrarte atractiva (o).
  • Soporte financiero: Provisión financiera para la familia.
  • Ayuda en el hogar: Creación de un ambiente en el hogar que ofrezca refugio del estrés, manejando el hogar y cuidando de los hijos.
  • Compromiso familiar: Programar suficiente tiempo y energía para el desarrollo moral, espiritual y educacional de los hijos; leyéndoles, entrenándolos y discipulándolos.
  • Muestras de afecto: Expresar amor a través de palabras cartas, regalos, abrazos, besos y cortesía, creando un ambiente que claramente muestre amor.
  • Admiración: Mostrar respeto, valoración y aprecio. Evadir la crítica y expresar admiración de manera clara y frecuente.
  • Liderazgo espiritual: tomar la iniciativa de cultivar un ambiente espiritual para la familia, cultivar el estudio de la Palabra. Liderar a tu esposa y tus hijos hacia las cosas del Señor.

Por ejemplo: alguien pudiera entender que necesita más “Honestidad y apertura”, “Ayuda en el hogar” y “Recreación en pareja” de parte de su esposo. Cuando comunica esas cosas a su cónyuge, puede que note que las necesidades él son diferentes, y que él necesita de ti más “muestras de afecto” y “admiración”, aunque ambos compartan la necesidad de más recreación en pareja. Esto puede ayudarles a estar en la misma página en las cosas que deben crecer como relación. Examina cada una de estas necesidades y encuentra las tuyas, y luego exprésale a tu esposo que quisieras conocer las de él y compartirles las tuyas. Luego de que tu esposo comparta contigo sus principales necesidades, pídele perdón por aquellas que no has estado llenando y haz el compromiso de ser intencional en llenarlas.

Recuerda que como creyentes no debemos vivir buscando agradarnos a nosotras mismas, “no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás, Filipenses 2:4. Nuestros matrimonios son un reflejo de la unión de Cristo y su iglesia, y en esa unión Él se dio a sí mismo por ella. Como cristianas, Cristo nos ha dado un ejemplo de no vivir para sí mismo (Juan 13:15), y eso incluye nuestro matrimonio.

Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando