“Yo, pues, prisionero del Señor, les ruego que ustedes vivan de una manera digna de la vocación con que han sido llamados. Que vivan con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándose unos a otros en amor, esforzándose por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”, Efesios 4:1-4.
Hay dos extremos bastante comunes en la iglesia de hoy. En un lado están aquellos que dicen que lo más importante es la unidad, por lo que hay que dejar de lado cualquier cosa que nos separe. En el otro extremo están aquellos que (al menos en la práctica) no parecen estar dispuestos a poner nada de lado con tal de trabajar juntos. Lo increíble de la fe cristiana es que no nos hace elegir lo uno o lo otro, entre la verdad y la unidad. Al contrario. La Biblia nos presenta una iglesia unida en torno a la verdad. Y este es un asunto de cardinal importancia, puesto que Jesús dijo que por la unidad de la iglesia el mundo evalúa que el Padre envió al hijo (Juan 17:22-23).
Para este video, Juan Sánchez, Miguel Núñez y Sugel Michelén tuvieron una conversación en cuanto a la importancia de las alianzas y su diferencia con el ecumenismo. Conversan sobre temas como la importancia de la unidad, las ventajas de trabajar unos con otros, cosas que podemos dejar de lado y cosas que no, y de manera práctica cómo alcanzar unidad entre diversas iglesias y pastores.
“Nosotros no fuimos llamados a crear la unidad de la iglesia: Dios echó abajo la pared de separación. Nosotros estamos llamados a preservar la unidad”, Sugel Michelén
