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‪3 razones por las que las mujeres necesitan buena teología‬

‪“Solo ten cuidado. Tú no quieres que las mujeres se conviertan en líderes espirituales en el hogar o, peor aún, con ganas de ser pastoras”.

Esta fue la respuesta de un pastor amigo cuando escuchó de un blog de teología para las mujeres que yo había puesto en marcha recientemente con algunos amigos. Me dio un vuelco el corazón.

Mi amor por la teología comenzó hace solo cinco años. Me convertí al Señor en mi primer año de universidad. Como una lectora voraz, yo devoraba cualquier libro que caía en mi mano. Con un conocimiento limitado de la Escritura, tomaba estos libros para que me guiaran mientras navegaba en las profundidades de la Palabra de Dios. Por desgracia, no todos los libros me fueron de ayuda. A lo largo de los dos primeros años de mi vida cristiana, yo era movida por todo viento de doctrina que llegaba a mi camino.

Recuerdo cuando fui introducida por primera vez a escritos bíblicos sanos. Mi esposo, que solo era mi amigo en ese momento, me presentó a autores como Kevin DeYoung, John Piper, y Tim Keller. Recuerdo haber sido llevada hasta las lágrimas al leer a través de Deseando a Dios preguntándome, ¿por qué no había oído antes el evangelio explicado de esta manera?

Una correcta comprensión de la Palabra de Dios me ayudó a ser una mejor amiga, una mejor hija, una mejor empleada, una mejor vecina, y así sucesivamente. Aún más, estos libros me animaron a amar la Palabra, a devorar la Palabra, a cantar la Palabra. Nunca en mi vida había sido tan abrumada con tanto gozo.

Así que, naturalmente, estaba devastada por el comentario de mi amigo. ¿Por qué quería disuadir a las mujeres de buscar un mejor entendimiento de las Escrituras? ¿No creemos que “toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia (2 Timoteo 3:16)”? ¿Acaso vamos a desacreditar un pasaje como Tito 2 que llama a las mujeres mayores a enseñar a las más jóvenes para que la Palabra de Dios no sea blasfemada? ¿Puede una mujer mayor discipular efectivamente a otra si ella misma no conoce la Palabra?

Me preguntaba si era solo mi amigo que tenía esta perspectiva, así que hice un poco de investigación. Llevé a cabo varias entrevistas en las que le pregunté a autoras cristianas si habían oído algo como esto antes. Por desgracia, fue unánime. Todas ellas comparten una experiencia similar.

¿De dónde viene estas ideas? ¿Es realmente la teología solo para los hombres?

Amo el complementarianismo

Antes de continuar, debo ser clara: soy complementarianista. De hecho, no solo creo que la teología complementarianista es útil: creo que es necesaria. Entre otras cosas, responde a un problema masivo de idolatría en nuestra cultura. Se nos dice que la verdadera felicidad se encuentra en la autodefinición, lo que ha llevado a una incertidumbre general sobre la intención de Dios con los géneros. Tal vez más que nunca, la iglesia debe expresar y mantener una visión bíblica sólida de los géneros. Así que, no creo que las mujeres deben ser pastoras o líderes espirituales en la casa, y yo estaría devastada si alguien utiliza este artículo para argumentar eso.

Pero también tenemos que tener cuidado con la aplicación. “Al igual que con cualquier movimiento que gana una audiencia e influencia”, Elyse Fitzpatrick señala en su reciente libro Buenas noticias para mujeres desgastadas , “el movimiento de los roles de género también ha producido malentendidos y excesos desafortunados”.

Llevando un buen movimiento demasiado lejos

Mi amigo no es un radical. Él sirve en una iglesia que dice estar centrada en Cristo y conducida por la Palabra. Él muestra un evidente amor por la Palabra de Dios y el deseo de ser bíblico en todo lo que hace. Así que, ¿de dónde viene este miedo a mujeres teológicamente informadas?

Creo que en realidad estaba naciendo de un buen deseo, un equivocado buen deseo. En la década de 1970 se hizo evidente que la distorsión de género se había infiltrado en la iglesia. Ya no eran la mayoría de los evangélicos que buscan la Palabra de Dios primero para descubrir Su plan para la masculinidad y la feminidad. En su lugar, estaban consultando su propia conciencia y la cultura. En respuesta, muchos creyentes tomaron una postura firme con el fin de mantener una visión de género bíblicamente informada. Esto fue muy bueno.

Sin embargo esto se convirtió en algo inútil cuando algunos comenzaron a llevar lo bueno a un extremo poco útil. Lo que comenzó como un buen deseo de ver a las mujeres defendiendo sus roles dados por Dios se convirtió, para algunos, en un deseo malsano de jugar a la patrulla fronteriza, asegurando que las mujeres se mantengan dentro de los estrechos límites aceptables. Mientras que los límites pueden ser útiles, también puede ser fácil el dibujar líneas fuertes donde no deben estar. Esto fue exactamente lo que hicieron los Fariseos cuando amontonaban cargas adicionales sobre los creyentes con el fin de defender la ley.

Tres razones por las que las mujeres necesitan teología

En cuanto a las mujeres y la teología, la Palabra de Dios es bastante clara. No solo a los hombres se les dio el primer mandamiento de amar al Señor con todo su corazón, alma y mente. Dios no hizo este llamado a un género en específico. Todos sus seguidores deben amarlo de esta manera. Las mujeres necesitan buena teología, tanto como los hombres. Aquí hay tres razones principales.

1. Es el deseo de Jesús.

Si acaso hubo un tiempo en el que hubiéramos concluido que las mujeres solo tenían que preocuparse por la casa, Jesús transformó esa idea completamente cuando le dijo a Marta que María, que tenía la postura de una estudiante, había elegido la mejor parte (Lucas 10:42). Él estaba más preocupado porque las mujeres le conocieran a que por cualquier otra cosa.

También vemos este deseo expuesto en sus interacciones con otras mujeres. Él ministró junto a mujeres (Lucas 8:1-3), fue ministrado por las mujeres (Lucas 7:36-50), y Él se tomó el tiempo de hablar de verdades teológicas profundas con mujeres (Juan 4).

Jesús no está en contra de las mujeres que viven sus roles bíblicos. Él creó esos roles. Pero Él quiere dejar una cosa totalmente clara: la adoración debe venir antes de la acción.

2. Es para nuestro gozo.

El pensar y el aprender son componentes necesarios en el camino de la adoración. No podemos disfrutar lo que no conocemos. No podemos decir que amamos el chocolate si no lo probamos nosotros mismos. La Biblia nos invita a probar y ver que el Señor es bueno (Salmos 34:8). Si nosotros no lo estudiamos, no le vamos a desear, no vamos a llegar a ser como Él, y no lo vamos a disfrutar.

3. Es para la gloria de Dios.

Desde el comienzo de la historia bíblica, hasta el capítulo final, Dios deja inequívocamente claro que Él es un apasionado por su gloria. Para eso fuimos creados. Como John Piper observa en su libro Piense , “La forma en que lo glorificamos es a través de conocerlo de verdad, atesorándolo por encima de todas las cosas, y por vivir de una manera que demuestre que Él es nuestro tesoro supremo”. Dios nos ha dado una mente para este propósito, y Él nos ha dado su Palabra como el vehículo a través del cual lo podemos conocer. Y mientras más lo conocemos, más queremos vivir para la fama y la gloria de su nombre.

Privilegio que defender

Mi amigo teme que las mujeres desearán convertirse en algo que no sea lo que Dios quiso que fueran. Esto es un error. Nos convertimos en lo que contemplamos. “Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu”, 2 Corintios 3:18. En otras palabras, crecemos en Cristo al contemplar su gloria.

Por lo tanto, la única manera de evitar una distorsión de la feminidad es alentando a las mujeres a contemplar su Dios, probar y ver que Él es bueno, y buscar en su Palabra para aprender de mil y un razones para darle alabanza. Debemos temer el enseñarles a las mujeres a hacer algo diferente.

Vivimos en una sociedad obsesionada con el tema del género, lo que significa que tenemos el privilegio de presentarle al mundo una visión bíblica sólida de la feminidad. Mi esperanza y oración es que no nos conformemos con respuestas extemporáneas poco profundas a temas difíciles, sino que luchemos fuertemente para ofrecer una voz bíblico, una visión de género centrada en Dios, para su gloria y para nuestro bien.


Publicado originalmente por The Gospel Coalition. Traducido por Patricia Namnún.
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