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Nota del editor: Este es un seguimiento al artículo de la semana pasada: “14 Razones para memorizar un libro completo de la Biblia”.


Se toma alrededor de 60 minutos leer en voz alta 1 Corintios. Me tomó cerca de 14 meses memorizar la carta completa, y he estado pasando todas las mañanas de los últimos meses recitando toda la carta para poder retenerla. En promedio, he durado quizás entre 45 y 75 minutos cada mañana en memorizar y repasar esta carta. Tomaba menos tiempo al principio, pero se incrementó al tratar de aprender y retener más de la carta.

El libro a acudir en cuanto a esto es An Approach to Extended Memorization of Scripture (“Método para la memorización extensa de las Escrituras”) de Andy Davis. En esencia, he modificado un poco su método.

Entonces, ¿cómo hacemos para memorizar una sección extensa o un libro completo de la Biblia? Aquí 11 pasos básicos que he seguido y recomiendo a los demás:

1. Haz de la memorización parte de tu rutina diaria.

No puedes memorizar un libro completo de la Biblia sin trabajar en ello persistentemente, día tras día. Persevera. Tómate, quizás, los domingos libres; yo no lo hago, pero en los domingos generalmente repaso, en lugar de intentar añadir más oraciones.

2. Quítale los números a los versículos.

Me encanta como Andy Davis memoriza extensas secciones de las Escrituras, pero difiero de él en este punto. Él piensa que es “esencial” memorizar los números de los versículos. Creo que es mucho mejor eliminar los números de los capítulos y versículos.

3. Haz arcos Bíblicos del pasaje en hebreo o griego (si puedes), y refleja los enunciados al español tanto como sea posible.

El Arcing Bíblico es una herramienta flexible y fácil de usar que permite seguir de manera visual el flujo de ideas del pasaje. Luego de usar esta herramienta, trato de recrear la imagen en mi mente mientras memorizo el pasaje.

4. Marca el texto.

Escribe en letra cursiva las palabras en las que desees hacer hincapié y utiliza códigos de colores para las conexiones léxicas y semánticas.

5. Camina mientras memorizas.

Si estoy adentro, lo hago en la caminadora eléctrica o camino de aquí para allá, de manera incesante. Pero prefiero hacerlo afuera si el clima es adecuado, (vivo en Minnesota, así que durante gran parte del año morirías si duras más de 10 minutos afuera). No intento memorizar cuando estoy sentado sobre una silla o acostado en una cama. Salvo dos excepciones: A menudo recito lo que he memorizado (a) al ir conduciendo o (b) en la noche cuando me estoy durmiendo.

6. Elige un pasaje para memorizar ese mismo día.

Una o dos oraciones estaría bien. En ocasiones elijo más, pero en los días subsiguientes las repaso sin añadir ninguna otra oración.

7. Recita el nuevo pasaje palabra por palabra y a la perfección 10 veces.

Apréndetelo tan bien que puedas escribirlo o digitarlo palabra por palabra sin ningún error. Luego, grábate recitando el pasaje 10 veces en voz alta, escucha tus grabaciones a medida de que avanzas para que te corrijas a ti mismo y no cuentes las grabaciones con errores como parte de las diez. Cuando estoy en la caminadora eléctrica, uso el reproductor de multimedia de mi computadora portátil para grabar y una calculadora para llevar cuenta del número de veces que he recitado el pasaje correctamente. Cuando memorizo caminando de aquí para allá, adentro o afuera, uso mi teléfono celular para grabar y una aplicación para llevar cuenta del número de veces que he recitado el pasaje correctamente. Puedes hacer una captura de pantalla del texto que estás memorizando y así poder verlo en tu teléfono, o puedes imprimirlo. Cuando empiezo a memorizar pasajes cortos prefiero las capturas de pantallas, y el papel cuando trabajo en concretar pasajes largos.

8. Repasa frecuentemente.

Grábate al recitar un pasaje largo y luego escucha tu grabación para que captes tus errores. Yo escucho mis grabaciones en una velocidad 1.5 o dos veces más rápida.

9. Grábate leyendo partes de todo el libro de la Biblia y escucha esas grabaciones repetidamente.

Cualquier momento es oportuno para escucharlas. Hazlo (a) antes de empezar a memorizar esas secciones, (b) mientras estés memorizando esas secciones y (c) después de haberlas memorizado.

10. Estudia el libro que estás memorizando.

Cuanto mejor entiendas lo que estás memorizando, más profundo se arraigarán esas palabras en tu corazón. Lee algunos de los mejores comentarios del libro. Y si puedes, enseña el libro (por ejemplo en un grupo pequeño o en una clase de escuela dominical); será de gran ayuda ya que se aprende tanto al enseñar.

11. Busca oportunidades para recitar frente a los demás lo que has memorizado.

Pueden ser tus amigos o tu grupo pequeño, una clase o un servicio en la iglesia. (Hace poco tuve la oportunidad de recitar Primera a los Corintios en un servicio de la iglesia). Te sirve de motivación adicional para memorizar muy bien el texto.


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Wendy Marte Pilar
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